El Tannat y su orgullo

Por Martín Viggiano

¿Fue un golpe al orgullo? Esa fue la pregunta para los organizadores del quinto concurso “Tannat al mundo”, realizado en Montevideo y con la participación de vinos nacionales y extranjeros. Es que un vino boliviano, de Tarija, se coló entre los que recibieron medalla gran oro. Y solo fueron tres los que resultaron distinguidos de esa forma, producto de los 92 puntos o más que les adjudicó el jurado.

El presidente de INAVI respondió enseguida. “Para nada es un golpe de orgullo”, aseguró José Lez. A su modo de ver, tanto que empresas se instalen en Uruguay y otras desarrollen la cepa en el exterior “reafirma” el éxito de la variedad emblema. “El Tannat permite esos desafíos”, agregó el jerarca ante la pregunta de Sacacorchos.

Los dos vinos uruguayos que alcanzaron medalla gran oro son de bodega Garzón, el emprendimiento del argentino Alejandro Bulgheroni.

El Tannat boliviano en cuestión se llama “Juan Cruz”, y es de la bodega Aranjuez, con viñedos ubicados a una altura similar a la de Salta (Argentina). Es un vino de 10 dólares, aproximadamente, que no llega al mercado local. Se pudo probar en la conferencia de prensa del concurso, y en una breve degustación al paso muestra por qué fue considerado. Tiene a la vista una concentración poco habitual para los Tannat de Uruguay. En nariz también presenta un golpe de aromas típicos de la cepa, como membrillo, y en boca confirma su concentración, y a diferencia de los astringentes uruguayos, este boliviano es mucho más amable con el paladar.

En la lista de Tannat ganadores también se coló un vino de $ 120. Es el Tannat-Merlot de Antigua Bodega Stagnari, de la línea “Del Pedregal”, una clara muestra que a veces la calidad no tiene relación con lo que cuesta la botella.