Martín Viggiano
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El vino y las estrellas de fútbol
Cuando los futbolistas pasan los 30 años ya comienzan a pensar qué hacer luego de su retiro. Esa profesión tan corta pero intensa, obliga a las personas a buscar actividades para el resto de su vida, porque los años pesan a la hora de correr atrás de una pelota. Algunos siguen dedicados a ese deporte, ya sea desde la dirección técnica u otro cargo dentro de clubes. Otros se dedican a negociar nuevos futbolistas. Pero también hay quienes cambian de rubro.
Hay estrellas del fútbol mundial que dedican por interés o tradición familiar su tiempo al vino. Existen varios ejemplos notorios, como el crack del Barcelona, Andrés Iniesta, que tiene viña propia. Pero hace algunos días, por medio de un reportaje de Ford's Fascinating World of Football, el mágico Andrea Pirlo, jugador de Juventus de Turín y de la selección italiana, mostró su bodega, Pratum Coller, ubicada muy cerca de Brescia. Se trata de un establecimiento familiar, adonde Pirlo asistía de niño y disfrutaba de las vendimias. Tiene una producción anual de 20.000 botellas, lo cual no es nada despreciable si se compara con algunas de las bodegas uruguayas.
Cuenta Pirlo en ese reportaje que se dedicará de lleno a sus vinos cuando deje el fútbol. En la actualidad produce tres variedades: un rosado, un blanco y dos tintos. También tiene abierta la bodega a las visitas, con la atracción lógica de conocer al monstruo del fútbol italiano. El precio de sus vinos van de 9 a 23 euros.
Como pasa con los buenos vinos, parece que Pirlo juega cada vez mejor.
