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En sintonía: gobierno y empresarios pusieron foco en la competitividad y la inserción internacional
Las principales cámaras empresariales mostraron un discurso conciliador con el gobierno en la Exo Prado que dejó atrás los duros cruces que hubo en años anteriores bajo la administración del Frente Amplio en reclamo de distintas políticas de apoyo y reducción de costos para el sector productivo. Los ministros del gobierno de Luis Lacalle Pou prácticamente hablaron en el mismo idioma y hubo más coincidencias que fuego cruzado.
La Confederación de Cámaras Empresariales organizó este miércoles un evento denominado Preparando al país para los nuevos tiempos. en el que presentó una evaluación de la situación nacional, en términos generales muy alineada con la visión del gobierno. El evento tuvo lugar en la Rural del Prado con la participación de la ministros de Economía y Finanzas, Educación y Cultura, Trabajo y Seguridad Social, y el Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
Rocío Lapitz, economista asesora de la Confederaación de Cámaras Empresariales, señaló que la productividad está en fase de estancamiento desde hace muchos años y que la economía privada se encuentra en recesión desde 2014. Comentó que en mayo 2019 la gremial presentó una propuesta al nuevo gobierno y que ven que ha sido tenido en cuenta.
En tal sentido, dio la bienvenida a la medida de ajustes para el sector público. La presión fiscal está en un récord histórico y es de las más altas de la región, recordó la economista. Lapitz agregó que “la inversión se reduce cada año, y el atraso cambiario es elevado y persistente. Apoyamos las medidas del Banco Central para contener el crecimiento de la inflación", saludó.
En tal sentido, remarcó la necesidad de mantener un tipo de cambio competitivo para que el sector exportador pueda colocar sus productos en forma genuina. El precio de las tarifas públicas es un tema que preocupa al sector, en la medida en que se ubican entre las más altas de la región.
“Vemos con buenos ojos las medidas que se están tomando para mejorar la gestión de las empresas públicas, pero la verdad es que no vemos ninguna que se haya hecho en el corto plazo para bajar el precio de los combustibles”, reclamó, quizás marcando el único punto donde los empresarios esperan algo más de la actual administración.
La confederación considera que Uruguay necesita acuerdos comerciales con los mercados más relevantes para el país y que, en esa línea, es importante fijar prioridades y actuar en consecuencia.
En síntesis, respecto a la agenda gubernamental, la federación coincide con las medidas tomadas por el gobierno para recuperar la sostenibilidad fiscal, la regla fiscal, la reforma de la seguridad social, las iniciativas en materia de relaciones laborales y las vinculadas al funcionamiento del Estado. En cuanto a los temas pendientes que deberían priorizarse, Lapitz mencionó: limitar la distribución de las utilidades de las empresas públicas, mejorar la inserción internacional y el acceso al financiamiento.
Por su parte, la ministra de Economía y Finanzas Azucena Arbeleche hizo un recorrido por las medidas tomadas durante la pandemia y cómo los motores de la economía siguieron funcionando en medio de la emergencia sanitaria, siempre con la mirada en la recuperación económica.
Destacó el valor de la regla fiscal que permite un gasto constante, no atado a los ciclos económicos. Asimismo, hizo mención a la gestión de las empresas públicas y al nuevo rol de las unidades reguladoras que les exigirán un retorno económico y un plan de utilidades anual. Es decir, el gobierno pondrá su lupa en la disciplina fiscal y también en las utilidades de las empresas públicas.
A su entender, esas medidas -entre otras- redundará en tarifas más acordes a los costos de la región, para lograr mayor competitividad, inserción y comercio internacional.
En otro orden de temas, Arbeleche anunció que "se tomarán medidas para aumentar la capacidad de las organizaciones público-privadas, decretos que incentiven más la inversión privada", así como el mantenimiento y crecimiento del empleo.
Pablo Mieres, ministro de Trabajo y Seguridad Social, revisó los logros y tareas pendientes en estos seis meses de gestión, llenos de temas espinosos como seguros de paro, subsidios, regímenes especiales, acuerdos para nuevos protocolos laborales durante la pandemia y demás. Uno de los puntos que destacó fue que "las luchas sindicales no pueden afectar a los trabajadores no huelguistas" y que en los próximos días se emitirán nuevas disposiciones al respecto, sin que eso signifique afectar el derecho a huelga.
Isaac Alfie, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, hizo referencia a la descoordinación del sector público y a su compartimento estanco y a cómo el sector privado cayó en términos reales. "Esto produjo desequilibrios internos importantes", dijo. Coincidió con otros ministros en que la reforma de la previsión social es una piedra angular, así como la corrección fiscal, entre otros temas que afectan el andamiaje de la economía.
Pablo da Silveira, ministro de Educación y Cultura, comentó los cambios que se han generado en el paisaje de la educación, que van desde la transformación de la gobernanza hasta las formas de impartir conocimiento. En el evento se esperaba la presencia del ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, pero avisó que le surgieron otros compromisos.
