En un acto más parecido al de una campaña política que al de un encuentro divertido frente a un público diferente -cerca de 45.000 niños-,
volvió a soltar su rosario de revanchismos y frases incendiarias de ataque directo a sus rivales políticos.
En el encuentro de Boy Scouts -aún hoy un sinónimo de servicio a las comunidades- Trump inició su discurso diciendo: "¿Quién diablos quiere hablar de política en un acto como este?". Sin embargo, fue directo a hablar de temas políticos.
Durante el encuentro hizo referencias a la "lealtad" en obvia referencia a algunos de los miembros de su gabinete de gobierno más cercanos como Jeff Sessions (un blanco habitual en los últimos tiempos). También amenazó jocosamente a su secretario de Salud, Tom Price, con conseguir los votos para repeler la reforma de salud de
Barack Obama para evitar un despido. "Vamos a sacar esa cosa horrorosa que es Obamacare", dijo.
Y por supuesto, se refirió a
Hillary Clinton, aunque esta vez solo para burlarse de su campaña electoral. Trump aseguró que Clinton no puso atención en el estado de Michigan.
Otros momentos del discurso incluyeron una referencia a "el camino al sexo americano" (luego se corrigió y dijo "triunfo" americano) y sostuvo falsamente que su administración acaba de recibir el reporte de trabajo más importante de los últimos 16 años del país.