Los analistas e instituciones públicas y privadas que participaron este mes de la Encuesta de Expectativas del Banco Central (BCU) volvieron a revisar al alza —por tercera vez consecutiva— sus pronósticos sobre inflación para 2022.
La inflación esperada por la mediana de los analistas es de 8,5% para el cierre de año, más de medio punto por encima de la encuesta de marzo (7,9%). En tanto que para los próximos 24 meses se ubica en 6,88%, desde 6,95% pronosticado durante la encuesta de marzo. Para abril, la inflación mensual esperada es de 0,72%.
En los 12 meses a marzo, el IPC cerró en 9,4% y —si bien se proyecta una moderación para la segunda mitad del año— quedará bastante lejos de la meta oficial (5,8%).
El presidente del BCU, Diego Labat, afirmó la semana pasada que en 2022 la inflación va a estar arriba del rango meta y que la incertidumbre es tal que no es sencillo dar un número.
El titular del BCU recordó que las expectativas de inflación están desancladas y por eso se “endureció” la política monetaria. En ese sentido, sostuvo que la coyuntura “enlentece” la política antiinflacionaria, pero que eso no lleva a “perder el norte”. "La política monetaria va a seguir haciendo los deberes", dijo.
Por otro lado, se estima que el producto interno bruto (PIB) crecería 4,23% este año (desde 3,8% previo), es decir por encima de lo estimado por el gobierno (3,8%). Para 2022 la proyección es de 3% de expansión.
Con relación al tipo de cambio, el valor proyectado es de $ 42,98 para cierre de año, $1,5 menos que la encuesta anterior.
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