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Expo Prado 2020: arreglan los techos de los galpones o los animales duermen afuera

Rafael Ferber, director de exposiciones de la ARU, puso a la muestra ganadera bajo la lupa
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20 de septiembre de 2019 a las 05:04

El mal estado del tiempo mermó el ingreso de público en la Expo Prado. Bajar el costo de la entrada y facilitar el estacionar son dos desafíos. La idea es, para ayudar a mejorar la conciencia agropecuaria, que los visitantes sean muchos más. Rafael Ferber –director de exposiciones–, al otro día de concluida la muestra y mientras se desinstalaban stands y partían animales y maquinaria, evaluó como “muy positiva” a la 114ª Exposición de Ganadería de la Asociación Rural del Uruguay (ARU). Diversos ajustes implementados “fueron satisfactorios”, agregó. Todo un tema es el de los maltrechos galpones y en eso se pondrá el foco. Sobre la afirmación de que el productor no invierte, “si las condiciones se dan lo hace, bastó venir a esta Expo Prado para verlo”, señaló, aludiendo a precios destacados por reproductores y a las ventas crecientes en maquinaria.

 

 

La muestra ganadera no se mueve del Prado

Con relación a rumores sobre que tal vez la muestra deje de hacerse en la Rural del Prado, afirmó: “No sé en qué condiciones, pero la vamos a seguir haciendo acá. Los galpones son muy importantes, pero no son imprescindibles, la podemos hacer sin los galpones, hay que buscar otras maneras si no están aptos”.

El N° 1 está sin techo desde 2014 (hubo que quitarlo porque estaba por colapsar) y se lo usa con carpas internas, algo a lo que de pronto habrá que recurrir en los otros dos. Otra alternativa es tomar más espacios externos a los galpones para alojar animales.

“Nos pusimos como objetivo para el año que viene tener techos nuevos o no usar los galpones, llega un punto en el que hay que tomar esa decisión”, afirmó. “La Intendencia de Montevideo verá si los usa en las Criollas, será su responsabilidad; estamos buscando soluciones en conjunto”, informó.

 

 

Conformidad con "los dos turnos"

Sobre la muestra ganadera, en volumen y en calidad “hubo conformidad”, con capacidad colmada y una evolución genética que no se altera. El cambio aplicado, con asistencia de los animales en dos turnos, “nos dejó una muy buena sensación”.

Admitió que “hay más de una opinión entre los expositores, pero nuestra evaluación es que funcionó bien, le dio mayor visibilidad a los bovinos de leche y a los ovinos de carne que pasaron a la primera semana. Lo vimos como positivo, además, porque pudimos darle a todos mejor atención y bajó los costos, muchas cabañas nuevas y otras que no son nuevas manifestaron que vinieron porque se acortó la cantidad de días de presencia”.

Sobre el valor de la cabaña en el conjunto de la muestra, afirmó que sigue siendo el gran eje y que “eso es reflejo de lo que pasa en un país que sigue siendo agropecuario, con una Expo Prado que le da valor a la genética y a todos los rubros, con presencia agrícola, lechera y de lo forestal”.

En otro orden, “notamos gran conformidad de los expositores comerciales, la parte empresarial anduvo muy bien, hubo muchos negocios”, comentó.

 

 

El año en el que la maquinaria sorprendió

Se apreció sobre todo en la maquinaria. No solo creció 32% el área ocupada, también hubo buenos negocios. “Se vendieron mixer, tractores e implementos para mejorar los campos”, dijo. Eso, admitió, es reflejo del buen momento de la ganadería, “por el valor que tiene hoy el novillo”.

“Ese camino lo vamos a seguir recorriendo”, añadió con relación a la mayor presencia de empresas de maquinaria y herramientas, es más, adelantó que hubo firmas que solicitaron más espacio para 2020: “Las que vinieron no van a faltar y seguro habrá otras, que las vamos a ir a buscar”, manifestó.

Hubo un factor inesperado, que no se puede manejar y que complicó: “Tocó un setiembre muy frío, sobre todo de miércoles a miércoles, con un lunes de muchísima lluvia y mermó el ingreso. No fue alarmante, pero nos queda esa espina porque se armó una exposición para una mayor afluencia de público”.

Ferber admitió que el precio de la entrada ($ 230 las generales entre semana y $ 270 sábado y domingo) sumado a lo que se debe invertir para comer en el predio generan un desembolso elevado, “lo tenemos claro”, pero es necesario para un ingreso que permita a la ARU “mantener el predio y llegar a la Expo Prado siguiente”.

Explicó que los ingresos en cada Expo Prado sirven, “sin que sobre nada”, para mantener el predio, “pero estamos al borde, lo venimos avisando a las autoridades de la intendencia, la dependencia del clima es enorme, si en el segundo fin de semana hubiese llovido este año hubiésemos tenido que poner dinero para llegar a la Expo Prado que viene”.

Ese mantenimiento que hace la ARU es clave para que la intendencia pueda realizar su Semana Criolla, constituyendo una suerte de “pago de hecho” a la entidad propietaria del predio de la Rural.

Sobre ideas para la próxima edición, se profundizará en cambios que se activaron y entre ellos señaló el ciclo de conferencias: “Es, desde lo organizacional, lo que demanda tal vez el mayor esfuerzo durante la exposición. Buscamos el mayor nivel, como lo hay en los animales y se cumplió el desafío. En la gran mayoría hubo éxito y en alguna que falló pesó el clima; en cierto momento hubo una alerta naranja y con eso la gente no se moviliza igual”.

 

 

El valor de las entradas y la idea de las combis

Un aspecto a estudiar es el del valor de la entrada. “Para una mejor conciencia agropecuaria necesitamos que se visite mucho más la Expo Prado”, dijo. Admitió que “el valor no es tan alto si lo comparamos con el de otras entradas y se dice, para la tribuna, que comer en el Prado es caro, pero la oferta es cada vez más variada y hay precios para todos”.

Otro aspecto a resolver es el estacionamiento. “Eso frena a mucha gente. No tenemos un transporte capitalino de gran nivel, la gente le escapa a subirse a un ómnibus. Vienen en auto y en días de gran afluencia hay que dejarlo a 10 cuadras. Encontrar una solución es un desafío, hay ideas que implican un cambio de costumbres, como estacionar en puntos más lejanos y hacer traslados en combis. Y hay que hablar con la intendencia, hay mucho espacio donde en todo el año no se deja estacionar y capaz durante estas semanas se hace una excepción”.

Finalmente, Ferber destacó la importancia de los funcionarios de la Oficina de Exposiciones de la ARU. Cada Expo Prado, que se disfruta por 12 días, “es posible porque hay un equipo y quedó demostrado porque cambió el director de exposiciones (Ferber sucedió a Alejandro Carvalho) y lo fundamental sigue siendo ese equipo que trabaja todo el año. Estamos evaluando este Prado y a la vez poniéndonos el chip de la Expo Melilla. La gente ubica a Andrea Galeano, Wilson Gorgoroso y Mario Grandal y son los visibles, pero tienen equipos muy buenos que se ponen esto al hombro. De afuera no se percibe la enorme cantidad de complejidades que resuelven con trabajo y cariño”.

 

 

El mojón que puso el presidente Gabriel Capurro
“El discurso del presidente de la ARU –Gabriel Capurro– lo que demostró es la potencia que tiene un discurso que se haga desde ese lugar”, reflexionó Rafael Ferber, a propósito del valor de esa herramienta para exponer lo que la gremial piensa y hacer aportes. Añadió que “estamos un año especial, electoral e independientemente del partido que vaya a gobernar estamos en un momento de renovación política y en ese sentido la Rural tenía claro que había que emitir un discurso que fuese un mojón; nadie puede dudar que este discurso es para estudiarlo en profundidad”.

 

 

Las salidas de protocolo de la ARU

Rafael Ferber se refirió a dos actitudes “fuera de protocolo” que hubo en el acto de clausura de la Expo Prado 2019.

La ARU trasladó el honor del izado de los pabellones nacionales a la maestra rural Silvia Nauar, de Cerro Largo, simbolizando en ella a los educadores rurales (izó la bandera nacional); a Evaristo Melo, cabañero de 80 años y con 30 trabajando en la exposición ganadera de la Rural (izó la de Artigas); y a Mario Grandal, jefe de exposiciones con 40 años trabajando en ARU y en su última Expo Prado previo a la jubilación (izó la de los Treinta y Tres Orientales). Algo similar sucedió en la Expo Prado 2018 cuando las esposas de autoridades de la ARU izaron los pabellones. “Cayó bien hacer algo descontractuado y si hay una linda idea se analizará, sin forzar nada”, adelantó.

Otro cambio, “que funcionó muy bien” dijo, fue que en tanto fueron desfilando los grandes campeones se mencionó no solo al ejemplar y a la cabaña criadora y/o expositora, también al cabañero cuidador, recibiendo cada uno de ellos de obsequio una matera artesanal con entregas realizadas por autoridades de la ARU que a tales efectos se trasladaron del palco al ruedo: Gabriel Capurro, presidente de la ARU; Rafael Ferber, director de exposiciones de la ARU; Gonzalo Valdez, directivo de la ARU; y Alejandro Tedesco, directivo de la ARU.

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