La autocrítica en el Frente Amplio respecto a su capacidad para conectar con el interior no es nueva y ha asediado a casi todos sus líderes históricos. Las últimas tres imágenes electorales –el balotaje de 2019, las departamentales y municipales de 2020, y el referéndum de marzo– ratificaron un mapa casi todo pintado de colores ajenos, salvo los bastiones históricos de Montevideo y Canelones, y los empujones de la izquierda en el litoral.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá