A pesar de que hace ya más de un año en diversos medios de comunicación, paliativistas y expertos en bioética han aclarado los falsos supuestos extendidos sobre el final de la vida, sistemáticamente los siguen repitiendo tanto periodistas como legisladores, incluso médicos, persistiendo en el error y generando más confusión en el debate. Más allá de las opiniones y posturas que podamos tener al respecto de estos dilemas éticos y sus consecuencias sociales y políticas, si se quiere hacer un debate serio y responsable, no se pueden seguir repitiendo –con o sin intención– argumentos que parten de graves equívocos.
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