A veces, una imagen dice más que mil palabras, dicen. Este martes El Observador recorrió con un camión cisterna de OSE para ver cómo sería la primera carga de agua con un pozo que la empresa perforó el mes pasado en Parque Batlle.
Era una crónica lineal: contar cómo se carga el camión y cómo lo distribuye en el hospital, que era –por el azar– el Centro Hospitalario Pereira Rossell. Pero, el pozo del Parque Batlle no estaba listo y se armó un despliegue de funcionarios que fueron a darle corriente eléctrica, medirle el cloro y hasta un inspector de tránsito de la Intendencia de Montevideo (IM) se llevó deberes: ver cómo se va organizar la señalética para estacionar a los camiones, porque ir a buscar agua potable del pozo va a convertirse en rutina.
En el medio ocurrieron algunas curiosidades. Un hombre estuvo sentado un rato viendo cómo los funcionarios de OSE intentaban poner en marcha el pozo. Tenía un bidón de agua vacío al lado. Apenas empezó a salir agua cristalina por la manguera, aprovechó y pidió permiso para llenarlo. "Me llevo oro", dijo y se fue con una sonrisa.
No fue el único. José Luis Mendioroz, un funcionario que trabaja hace 40 años en la estatal, cargó agua entre sus manos y la probó. "¡Esta es de la buena", dijo. Un vecino, que miraba la escena le contestó: ¡Es petróleo! Parecía una distopía, como describió Carolina Delisa en la newsletter para los suscriptores member de El Observador.
En el Pereira Rossell los funcionarios cargaron los tanques, proporcionados por OSE, a demanda. Dos para la cocina y otros dos para consumir en el área de ginecología y pediatría. A algunos hospitales van todos los días, a otros martes y jueves y a otros lunes, miércoles y viernes. Pero, también una guardia trabaja a demanda y acude en cualquier momento si algún hospital o sanatorio se quedó sin suministro.
Para definir la logística de emergencia, OSE hizo un relevamiento por unos 23 hospitales, sanatorios y centros de diálisis y definió los requerimientos de cada uno: cuántos litros, cuántos tanques. En algunos casos, hubo que hacer cambios en las infraestructuras, por ejemplo, para separar las cañerías e instalar los tanques.
La logística fue pensada a largo plazo, porque la crisis no tiene fecha de finalización y porque los pozos perforados en el Parque Batlle pueden servir para el futuro. En OSE consideran que, una vez pasada la emergencia por la sequía, los cinco pozos subterráneos serán una nueva red de emergencia que ante una nueva crisis o una rotura, va a poner abastecer de agua para consumo humano a los sanatorios y hospitales.
La flota de OSE –cuatro camiones de 30 mil litros y seis de 8.800 litros de capacidad– estacionarán de 8 a 17 en el Parque Batlle –frente a la pista de atletismo– para abastecerse del agua del pozo que comenzó a funcionar este martes. El cordón se la vereda en ese tramo se va a pintar y los autos particulares no podrán estacionar. A su vez, en otra zona del parque habrá un tendido de cañerías que llevará desde otro pozo hacia la calle.
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