La fiscalía de Ciudad de la Costa a cargo de Fernando Valerio citará a declarar en los próximos días a la exsenadora comunista, Michelle Suárez, para que responda acerca de si incumplió la prohibición de ejercer la profesión de abogada luego de que fuera procesara por cuatro delitos de estafa, y falsificación de documento público, a la que se le sumó más tarde un procesamiento por falsificación de certificados médicos.
Según comprobó el programa Las Cosas en su Sitio, de radio Sarandí, Suárez continuó ofreciendo sus servicios profesionales desde su casa, donde cumple prisión domiciliaria. La exsenadora publicó un aviso clasificado en una revista de circulación gratuita en la Costa de Oro en la que se publicitan distintos servicios, y en el que apuntó un número de teléfono y una dirección que coincide con su lugar de reclusión.
El periodista llamó al número que aparecía en el aviso, pero al principio Suárez evitó darse a conocer y por eso dijo que su nombre era Olivia. Sin embargo, admitió la verdad luego de que el periodista que realizó la llamada le preguntara si era la primera senadora trans de la historia del país.
“Sí, soy Michelle Suárez. Yo te cobro la consulta y se trabaja. No te va a afectar, si no yo no tendría una cartera de clientes. Aparte yo no fui mala profesional, si no no hubiera llegado a los lugares que llegué. Legalmente no hay problema”, dijo la imputada por teléfono.
Los audios grabados por el programa radial y difundidos el pasado 25 de octubre, fueron escuchados por los ministros de la Suprema Corte de Justicia, quienes luego se comunicaron con el fiscal de Corte, Jorge Díaz, quien a su vez elevó el material a la fiscalía para que lo investigara. "Esperaremos los resultados de la actuación del fiscal y el juez competente", había dicho a El Observador Jorge Chediak, expresidente del máximo órgano judicial y hoy uno de los integrantes.
Es por esa razón que, tras el fin de la feria judicial, el fiscal actuante en este caso tiene previsto comenzar con las citaciones en los próximos días.
El abogado de la exsenadora comunista, Francisco Musso, había defendido a su clienta asegurando que ella le hizo un chiste al periodista que la llamaba porque sabía de que se trataba. "Sabía que la llamaba un periodista y le hizo una joda. Nunca imaginó la repercusión que iba a tener, lo hizo como un chiste y ahora está muy mal anímicamente. Se descompensó y no quiere hablar", contó en aquella oportunidad Musso.
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