La agencia Fitch Ratings ratificó este jueves la calificación de la deuda uruguaya en moneda extranjera en BBB-, primer escalón de grado inversor, con perspectiva estable. En su informe, la calificadora destacó las fortalezas en términos de desarrollo institucional y social, un balance externo saludable y un perfil de vencimiento de deuda pública favorable. Agrega que estos factores se equilibran con un débil historial de cumplimiento en las metas trazadas en materia fiscal y de inflación -que pesan sobre la credibilidad de las políticas-, una deuda relativamente elevada y dolarizada, y la rigidez del elevado presupuesto.
De todas formas, la agencia proyecta una mejora del
déficit fiscal a 2,8% del PIB para fines de este año (en los 12 meses a marzo quedó en 3,5%), aunque ve poco probable que se cumpla con la meta del gobierno de 2,5% para el final de la actual administración. Esto porque no se prevé un rebote cíclico que incremente la recaudación de impuestos, y las autoridades del Ejecutivo han descartado nuevos aumentos tributarios. Además, agrega que un presupuesto "muy rígido" deja poco margen recortar el gasto público.
Fitch destacó el crecimiento de 2,7% de la economía uruguaya en 2017 frente al 1,7% del año previo, producto de una continúa resiliencia a la volatilidad y el lento crecimiento regional. De todas formas, se advierte que la recuperación de la actividad ha sido desigual. Por ejemplo, excluyendo el sector telecomunicaciones -un sector pequeño con problemas de medición que ha estado agregando una contribución desmesurada al crecimiento real del PIB-, la economía creció 1,6% el pasado año. La calificadora sostiene que el mercado laboral continúa débil, además de una inversión que registró una contracción de 15% en 2017, y problemas de
competitividad que se han reflejado con las últimas protestas del
agro.