Forense apunta a asfixia en el caso del bebé muerto luego de que hombre trans lo pariera en el baño

De acuerdo al forense que realizó el examen, hay un "alto grado de probabilidad de que haya existido respiración fuera del útero", es decir, que haya nacido con vida. El varón trans que lo gestaba estaba de 36 semanas y al parirlo el bebé pesaba 2.150 kilogramos. Se trataba de un bebé de pequeño tamaño para su tiempo gestacional, lo que la forense atribuyó a un embarazo sin controles.

Fuentes de la causa habían dicho a El Observador que nadie de los que estaba allí notaron que la persona estaba embarazada. 

El hecho ocurrió el domingo. El ahora imputado ingresó detenido por un delito de rapiña a las 17:20. Estaba previsto que ese día se controlara la legalidad de su detención, que había sido ordenada por la fiscal Sabrina Flores. Al rato de haber llegado, pidió para ir al baño porque tenía dolor abdominal.

Después de eso volvió al carcelaje y a las 18:07 volvió a pedir para ir. Ahí, el policía que custodiaba en la puerta comenzó a sentir gritos de dolor y le pidió a una policía mujer que lo auxiliara. El joven de 34 años le dijo que el dolor se debía a que estaba estreñido. Minutos después, cuando comenzó a sangrar dijo que se había desgarrado. 

A partir de eso, explicó la fiscal Pereira, decidieron llamar al médico, quien le preguntó al imputado si había cursado un embarazo, lo que él negó. Pero indicios de su cuerpo demostraban lo contrario, por lo que pidió que se revisara el baño para ver si existía algún feto. En ese momento, los policías hallaron al bebé muerto en el cesto de basura. 

Presumen que fue asfixiado con una media marrón que fue transformada en lazo para ese fin. El bebé tenía un surco en el cuello. 

Se le hizo una pericia psiquiátrica que indicó que el imputado comprende el carácter de sus actos y que está pasando por un momento de abstinencia de drogas. 

Porciúncula aceptó la solicitud de la fiscalía de que se lo impute por un homicidio agravado por tratarse de un descendiente y que esté 180 días preso de forma preventiva mientras continúa la investigación. Pereira argumentó que existía riesgo de fuga por lo grave del delito y porque la persona no tenía arraigo: contaba con antecedentes en Colonia, Paysandú y ahora en Montevideo. Además, advirtió que estaba en situación de calle.