Como un combo de malas noticias, a la baja de demanda de carne vacuna por parte de China se le sumó en las últimas semanes el brote del coronavirus que paralizó las exportaciones hacia ese destino, cuando se esperaba que el mercado volviera a adquirir dinamismo con los festejos del año nuevo lunar y que posteriormente la dinámica comercial volviera a la normalidad.
Esta coyuntura ha impactado particularmente a la industria frigorífica, con varios frigoríficos que han tenido que solicitar reprogramar pagos, debido a que no se pudo cumplir con las obligaciones en tiempo y forma ante falta de liquidez.
En diálogo con El Observador, el presidente de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG), José Pedro Aicardi, confirmó la difícil situación que repercute en toda la cadena cárnica sobre todo por los problemas de caja o financieros que se han generado.
“Hay más de una industria que ha solicitado a intermediarios reprogramar los pagos. No es que se cortó la cadena, se pidió reprogramar los pagos que implica un cambio de documentos y se han hecho algunos para adelante. Hay que manejar el tema con cautela; es un tema muy delicado para los productores, para los que estamos en el medio y para la industria. Esto es consecuencia, básicamente, de la extensión del fin de año chino donde se ha estirado todo con el tema del coronavirus que tiene un impacto financiero sobre todo”, apuntó Aicardi.
Según datos de la Dirección Nacional de Aduanas, en la última semana de enero las ventas de carne vacuna de Uruguay a China se redujeron a la mitad respecto a igual semana del año pasado. Se enviaron 1.958 toneladas peso embarque por un total de US$ 9 millones, contra las 4.281 toneladas de igual semana de 2019 por un total de US$ 18 millones.
A su vez, Blasina y Asociados informó este jueves que el nivel de endeudamiento en la industria frigorífica es el mayor desde 2014. La consultora consignó, en base a datos del Banco Central del Uruguay (BCU), que el monto de créditos del sistema financiero a la industria frigorífica creció un 22% en diciembre de 2019, en comparación al mismo período de 2018, alcanzando el mayor nivel desde abril de 2014.
Los créditos, sumando vigentes y vencidos, totalizaron US$ 331 millones frente a US$ 270,31 de diciembre de 2018. Es el registro más alto desde los US$ 331,41 alcanzados en abril de 2014. El año cerró con un incremento tanto en los créditos vigentes como vencidos.
Los créditos vigentes pasaron de US$ 305 millones en noviembre a US$ 321,31 en diciembre. Y escalaron 19% respecto a los US$ 270 millones de un año atrás. En los últimos tres meses del año pasado el endeudamiento mensual total de la industria frigorífica promedió US$ 314 millones.
Producto de esta caída del mercado chino, al menos hay seis o siete frigoríficos nacionales con una situación más comprometida, a la espera de que los bancos otorguen líneas de crédito para poder bancar estos momentos de baja liquidez, que además redundó en pérdidas por quitas en algunos contratos o la cancelación de otros –los menos-.
Aunque la situación para los demás frigoríficos es similar en relación a falta de liquidez, cuentan con mejores garantías o espalda financiera para sortear este momento de dificultad.
En este sentido, el gerente de Frigorífico Rosario –de capitales chinos-, Marcelo Antelo, dijo en el programa Tiempo de Cambio de radio Rural efectivamente hubo que “reperfilar vencimientos de cheques”.
Durante los primeros días de enero Frigorífico Rosario envió a 340 trabajadores a seguro de paro y detuvo la faena. Desde la empresa esperan retomar la compra de ganado a partir del 17 de febrero con el fin de volver a la actividad en marzo.
Desde hace un tiempo la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF) y el Instituto Nacional de Carnes (INAC) vienen sosteniendo que el elevado precio que alcanzó el ganado en Uruguay se ubicó por encima de los costos operativos tolerables para la rentabilidad de los frigoríficos nacionales.
De hecho, según pudo saber El Observador, de las 25 plantas habilitadas en el país para exportar todas perdieron dinero durante la mayoría de los meses de 2019, en algunos casos particularmente durante los primeros seis meses del año.
El Observador informó en enero de este año que la segunda empresa de faena en Uruguay, Minerva Foods (Frigorífico Carrasco, Pul y Canelones), registró una pérdida de US$ 20 millones en los primeros trimestres del año. La multinacional brasileña significó el 17,4% de la faena total nacional el año pasado.
Este lunes el embajador de Uruguay en China, Fernando Lugris, señaló que más allá de lo abrupto de la situación, todo indicaría que el mercado se va a restablecer a partir de mediados de febrero.
De hecho, Lugris dijo en Tiempo de Cambio que lo más probable es que la de demanda de carnes en el país asiático llegue a crecer hasta un 40% en 2020.
Desde la industria frigorífica nacional coinciden con la apreciación y fuentes consultadas sostuvieron que para sortear esta difícil situación lo que se necesita es “tiempo”.
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