Norberto Pereyra.

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Ganadero y peón rural, estuvo en el tractorazo y leyó la proclama de Un Solo Uruguay

Norberto Pereyra: estuvo en el tractorazo de 2009, ama al campo, es productor y peón de campo, integra Un Solo Uruguay desde su fundación y fue elegido para leer la proclama del movimiento
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04 de febrero de 2023 a las 02:04

Cuando se hizo el recordado tractorazo de 2009, Norberto Pereyra en un Valmet 785 hizo 70 kms desde el paraje Pereda para estar en el Palacio Legislativo y sumar su voz. Es productor agropecuario, pero también peón rural. El sueño de un Uruguay mejor, con un sistema político más eficiente y así un Estado que deje de gastar más de lo que le ingresa, lo hizo acompañar a Un Solo Uruguay (USU) desde que un conjunto de autoconvocados lo creó. Hace pocos días, este "enamorado del campo" –así se define– vivió uno de los momentos más especiales en su vida: leyó la proclama anual de USU. “Fue un honor tan grande que no lo puedo explicar”, señaló a El Observador.

Como tantos, puso el Pabellón Nacional en la portera.

En Pedrera

Norberto está a cargo de un emprendimiento familiar, cerca de San Jacinto (Canelones), donde desemboca el arroyo Pedrera en el arroyo Pando, que tiene varios dueños. Por lo tanto, contó, “tengo que estar arriba de todo, pero además de organizar y llevar los papeles hay que cavar un poste, arreglar un alambrado, andar arriba del tractor, se hace lo que sea”.

Se trata de un emprendimiento intensivo, con muchos potreros en un área reducida. Se remite ganado gordo, básicamente al frigorífico San Jacinto, pero no muy pesados: la estrategia es concretar ciclos lo más cortos posible.

También se hace agricultura, que se da en medianería. Se busca que los campos, en rotaciones, pasen a ser praderas. “En el 90% del área se mueve el suelo, el campo natural es muy poco, por lo tanto esta sequía la sufrimos como nadie”, lamentó.

Norberto Pereyra, junto con un colaborador.

El 23 de enero de 2018

El vínculo con USU es desde el inicio. Estuvo en la movilización inicial, el 23 de enero de 2018 en Santa Bernardina, Durazno, cuando se reunieron decenas de miles de personas. Pero su amor por todo lo que resulte en apoyos al sector productivo “lo tengo desde siempre”.

Uno tiene como un amor a todo lo productivo, al campo, por eso estoy en el movimiento, aunque cuesta, sobre todo por el tiempo que hay que destinarle, pero además para movilizarse el combustible lo paga uno, a veces hay que alquilar algún club, hay gastos que van sumando y obvio cada peso se siente”, explicó.

De todos modos, “somos un grupo que creemos que esto era, es y será muy necesario, respetamos otras posiciones, pero Un Solo Uruguay sigue teniendo intacta su razón de existir”.

Política industrializada

Consultado sobre por qué, señaló: “Estamos en un país agropecuario, pero soportamos una enorme estructura política, una industrialización de la política, que no tiene nada que ver con lo agropecuario, que en general no entiende al sector, no lo defiende, hasta no lo respeta".

"Para los políticos es como que no existiera la ganadería, la agricultura, la lechería, la granja, van casi siempre de espaldas al campo”, lamentó.

Expresándose con una mezcla de pena y molestia, agregó: “Por encima de todos, somos humanos y a no nos da lo mismo que cada día desaparezcan del sistema productivo dos granjeros, no nos da lo mismo que a las multinacionales se les brinde todo para que estén en Uruguay y los productores sigan desapareciendo, por eso hubo gente con un mismo sentimiento que se unificó en Un Solo Uruguay”.

Norberto Pereyra.

Los que cinchan del carro

Antes que le tocara a Norberto, hubo cinco proclamas, una cada año. Fueron leídas por Jorge Landi, Julián Cabrera, Virginia Vaz, Federico Holzmann y Guillermo Franchi.

Esta vez él fue el elegido, “de una manera sencilla, en la mesa nacional del movimiento y obviamente fue un tremendo honor, una gran responsabilidad, pero un enorme honor antes que nada”.

El objetivo, dijo, fue elaborar una proclama “dura, contundente, que dejara en claro que el problema no es este gobierno, que cosas que pasaban siguen pasando, que soluciones que faltaban siguen faltando”.

Enseguida aclaró que “pese a eso, reconocemos en el sistema político de Uruguay el principal mecanismo para lograr los cambios que urgen”.

La proclama, recordó riendo, “estaba resumida en la noche anterior, pero como siempre se siguió mejorando, porque vamos tomando aportes de todos y a cada rato y se termina siempre en el minuto antes, por decirlo de algún modo y así pasó”.

Sobre comentarios posteriores, dijo que en algunos grupos en redes sociales que integra, donde participan personas que han podido estudiar y son instruidas, “como que no les gusta del todo el movimiento, seguramente porque les gusta el Estado grande, tener vacaciones todos los años… mientras que el productor, el comerciante chico, los transportistas vemos que lamentablemente pasa el tiempo y cada vez somos menos los que cinchamos del carro y más los que van cómodos arriba del carro”.

Después de la proclama, por ejemplo, “fui a un comercio en Cerro Chato y el dueño me felicitó por lo que se dijo, estaba encantado, compartía el dolor de los que cinchamos, cinchamos y cada vez hay más viento en contra, porque cuesta llegar a fin de mes, pagar los impuestos, los alquileres”.

Falta de eco

Norberto contó que en todos estos años USU elevó “como 14 o 15 proyectos a distintos gobiernos, sin que los aprovechen. Hicimos aportes en acceso a la tierra, sequía, trabajo y desempleo, combustibles, tarifas eléctricas… y estamos frustrados. Desde 2018 buscamos trasmitir sobre todo que tenemos un Estado caro, que gasta mucho, que gasta siempre más que lo que le entra a sus arcas y eso hace que sea imposible ser un país eficiente”.

“En un grupo una persona que se fue a Roma comentó que estuvo dos meses en Uruguay y un frasco de shampoo de 200 cm cuesta ocho euros, cuando en Italia cuesta dos euros, que el aceite de oliva cuesta cuatro veces más en la localidad Playa Fomento que en Roma, lo mismo con los quesos, siendo que él era productor lechero… cuando uno mira eso, que seguimos con un combustible caro, con Ancap que es un ancla para el país, uno como que se deprime…. porque pasan los gobiernos y llegan algunos que dicen ser distintos… pero todo sigue igual”.

“No queremos un Estado chico, queremos un Estado eficiente y se puede, pero cada político apenas ingresa lo que hace es agrandar el Estado, agrandar el gasto y eso repercute en la inflación, en la gente con menos posibilidades”, opinó.

“Siento que mucha gente está enojada con el sistema político, y estas últimas cosas que han estado pasando confirman que tienen razón en estarlo”, consideró.

Maite, hija de Norberto, cuando no está estudiando colabora en las labores camperas.

Rentabilidad = hazaña

Dada su experiencia, y la de otros productores con quienes conversa, Norberto enfatizó que “en el campo ser rentable es una hazaña”. Agregó que “somos productores por el amor al campo, si uno piensa solo en rentabilidad, y le quita la pasión, le da el campo a una multinacional, cobra y sale de todos los problemas”.

Sin embargo, “seguimos”, remarcó, “porque es vital mantener al productor en el campo y con sus familias, que los granjeros no bajen las cortinas y se vayan a los cinturones de las ciudades, que se mantenga en su lugar a esa gente productiva y lo mismo en  el comercio, en la industria, en el transporte, en cada actividad”. Y en eso señala otro error de los distintos gobiernos: “Siguen favoreciendo a empresas que extranjerizan la tierra y desplazan al productor nuestro”, expresó.

Ya sobre el cierre de la charla, aludió a hábitos que tiene y que entiende son su aporte personal a una cultura, a una identidad de país que se ha ido desprotegiendo: “Me preocupa el bienestar animal, me preocupa enormemente ver que somos una sociedad que a pesar de ser agropecuaria nos pasamos cuidando a las mascotas y nos da lo mismo la desaparición del rubro ovino con jaurías que todos los días atacan a las majadas, también me  duele que tiren bolsas de nylon y botellas en la carretera, yo voy y las junto, me duele el desorden y la suciedad”.

“Le pongo el hombro a USU, como muchos más y pese a que las cosas no cambian, porque alguien tiene que aportar para que se sostenga la cultura agropecuaria que Uruguay precisa”, concluyó.

Norberto Pereyra.

 

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