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Gloria y decadencia de los líderes yihadistas, vencidos y encarcelados
Fueron capturados responsables de la organización terrorista
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04 de febrero de 2018 a las 05:00
Los yihadistas que hace un tiempo hicieron temblar a Irak, como el Carnicero de Mosul o el Nuevo Abaaud, están hoy desarmados y encarcelados, y aparecen en las primeras planas de la prensa ataviados con sus uniformes de prisioneros y los rostros vencidos.
Tras haber reconquistado Mosul, segunda ciudad del país y autoproclamada capital iraquí del grupo Estado Islámico (EI), las fuerzas de seguridad iniciaron la búsqueda de los yihadistas.
Y ya consiguieron poner detrás de los barrotes a unas 20 mil personas sospechosas de pertenecer a esa organización yihadista, según los investigadores.
Para ello, se han registrado los túneles que los yihadistas habían excavado desde hace tres años, así como sus escondites esparcidos en la ciudad y la región.
En la denominada ciudad vieja de Mosul, cerca de la mezquita Al Nuri, donde el jefe del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, realizó su única aparición pública, las unidades de élite del contraterrorismo (CTS) hallaron a un hombre que rápidamente fue apodado "la caja negra del EI".
Este hombre, Nizam Edin al-Rifai, tras haber enviado a kamikazes a intentar rechazar el avance de las tropas gubernamentales, no tuvo más remedio que "rendirse", según relató Sabah al-Noaman, portavoz de las CTS.
Él era el jefe de los jueces del califato –ubicado en los territorios conquistados entre Siria e Irak– y el que dictaba las leyes en tribunales conocidos por su severidad.
Ahora, este hombre originario de Mosul, de 60 años, perdió toda su arrogancia mientras "sigue siendo interrogado", según Noaman, pues podría revelar a las autoridades numerosos secretos del Estado Islámico.
Su posición al frente de la Justicia hacía de él "el número tres del EI", afirman fuentes de las fuerzas de seguridad.
En los videos se lo puede apreciar –con su atuendo de militar, y su kalashnikov al hombro– ordenar que se lance a jóvenes desde lo alto de un edificio, porque se sospechaba que eran homosexuales.
Estas y otras escenas le valieron a este iraquí de 62 años el apodo de Carnicero de Mosul.
Cuando las tropas iraquíes entraron a la ciudad, el Carnicero de Mosul se escondió en una casa de la ciudad tras haberse mezclado, junto a otros yihadistas, con la multitud de desplazados como consecuencia de los enfrentamientos armados en la ciudad.
Nunca salía de la casa, por temor a ser reconocido, pero bastó una "salida al jardín en pleno día" para que fuera reconocido por un vecino, quien informó a las fuerzas de seguridad, según relató Mohamed Ibrahim, encargado de seguridad del Consejo provincial.
Desde entonces, el yihadista es objeto de continuas burlas en las redes sociales.
"Aterrorizó a todo Mosul, lapidando a muchos hasta la muerte. Hoy, habría que llevarlo a una plaza pública y golpearlo a zapatazos", escribió recientemente un internauta.
En el mundo islámico arrojar un zapato contra una persona es una afrente gravísima.
Abu Hamza es el nombre de guerra que eligió este belga de origen marroquí, llamado Tarik Jadaun, y que se sumó al Estado Islámico a partir del año 2014.
Había pedido en sus videos que se cometieran atentados en Europa, por lo que obtuvo el apodo de Nuevo Abaaud, en alusión a su compatriota Abdelhamid Abaaud, uno de los autores de los sangrientos atentados del 13 de noviembre de 2015 en Francia, que dejaron entonces un saldo de 137 personas muertas y más de 400 heridos.
Este terrorista está detenido, y a la espera de ser juzgado por las atrocidades cometidas.
Está sometido a la ley sobre el terrorismo, en virtud de la cual distintos ciudadanos europeos ya fueron condenados a muerte. Según la Justicia iraquí, Hamza ofreció una detallada confesión a sus interrogadores.
"La coalición retomó casi el 100% el territorio que estaba en manos de esos asesinos en Irak y Siria", había señalado Trump en un discurso en el Foro Económico Mundial de Davos.
"Todavía necesitamos combatir y trabajar para consolidar nuestros logros", añadió.
En los últimos meses el Estado Islámico sufrió importantes derrotas en Irak y Siria; de hecho, la semana pasada la coalición dijo que había eliminado a 150 miembros del EI en el valle del Éufrates, en Siria.
Tras haber reconquistado Mosul, segunda ciudad del país y autoproclamada capital iraquí del grupo Estado Islámico (EI), las fuerzas de seguridad iniciaron la búsqueda de los yihadistas.
Y ya consiguieron poner detrás de los barrotes a unas 20 mil personas sospechosas de pertenecer a esa organización yihadista, según los investigadores.
Para ello, se han registrado los túneles que los yihadistas habían excavado desde hace tres años, así como sus escondites esparcidos en la ciudad y la región.
En la denominada ciudad vieja de Mosul, cerca de la mezquita Al Nuri, donde el jefe del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, realizó su única aparición pública, las unidades de élite del contraterrorismo (CTS) hallaron a un hombre que rápidamente fue apodado "la caja negra del EI".
Este hombre, Nizam Edin al-Rifai, tras haber enviado a kamikazes a intentar rechazar el avance de las tropas gubernamentales, no tuvo más remedio que "rendirse", según relató Sabah al-Noaman, portavoz de las CTS.
Él era el jefe de los jueces del califato –ubicado en los territorios conquistados entre Siria e Irak– y el que dictaba las leyes en tribunales conocidos por su severidad.
Ahora, este hombre originario de Mosul, de 60 años, perdió toda su arrogancia mientras "sigue siendo interrogado", según Noaman, pues podría revelar a las autoridades numerosos secretos del Estado Islámico.
Su posición al frente de la Justicia hacía de él "el número tres del EI", afirman fuentes de las fuerzas de seguridad.
Carnicero de Mosul
Otro dirigente yihadista, el muftí Abu Omar –su verdadero nombre es Ezedin Taha Ahmed–, experto en teología, hacía imperar el terror en la ciudad de Mosul y en sus alrededores, a través de los órganos de propaganda del Estado Islámico.En los videos se lo puede apreciar –con su atuendo de militar, y su kalashnikov al hombro– ordenar que se lance a jóvenes desde lo alto de un edificio, porque se sospechaba que eran homosexuales.
Estas y otras escenas le valieron a este iraquí de 62 años el apodo de Carnicero de Mosul.
Cuando las tropas iraquíes entraron a la ciudad, el Carnicero de Mosul se escondió en una casa de la ciudad tras haberse mezclado, junto a otros yihadistas, con la multitud de desplazados como consecuencia de los enfrentamientos armados en la ciudad.
Nunca salía de la casa, por temor a ser reconocido, pero bastó una "salida al jardín en pleno día" para que fuera reconocido por un vecino, quien informó a las fuerzas de seguridad, según relató Mohamed Ibrahim, encargado de seguridad del Consejo provincial.
Desde entonces, el yihadista es objeto de continuas burlas en las redes sociales.
"Aterrorizó a todo Mosul, lapidando a muchos hasta la muerte. Hoy, habría que llevarlo a una plaza pública y golpearlo a zapatazos", escribió recientemente un internauta.
En el mundo islámico arrojar un zapato contra una persona es una afrente gravísima.
Preparaba a niños
A su vez, Abu Hamza al Belgiki se dedicaba a preparar el futuro. Según dijo a los jueces que lo interrogaron, formaba a "los cachorros del califato", niños de 8 a 13 años, a quienes se encargó de instruir minuciosamente en el "manejo de armas y el entrenamiento deportivo".Abu Hamza es el nombre de guerra que eligió este belga de origen marroquí, llamado Tarik Jadaun, y que se sumó al Estado Islámico a partir del año 2014.
Había pedido en sus videos que se cometieran atentados en Europa, por lo que obtuvo el apodo de Nuevo Abaaud, en alusión a su compatriota Abdelhamid Abaaud, uno de los autores de los sangrientos atentados del 13 de noviembre de 2015 en Francia, que dejaron entonces un saldo de 137 personas muertas y más de 400 heridos.
Este terrorista está detenido, y a la espera de ser juzgado por las atrocidades cometidas.
Está sometido a la ley sobre el terrorismo, en virtud de la cual distintos ciudadanos europeos ya fueron condenados a muerte. Según la Justicia iraquí, Hamza ofreció una detallada confesión a sus interrogadores.
El rol de la coalición liderada por EEUU
El presidente estadounidense Donald Trump afirmó la semana pasada que la coalición liderada por Estados Unidos en Siria e Irak expulsó a casi el 100% de los yihadistas del Estado Islámico."La coalición retomó casi el 100% el territorio que estaba en manos de esos asesinos en Irak y Siria", había señalado Trump en un discurso en el Foro Económico Mundial de Davos.
"Todavía necesitamos combatir y trabajar para consolidar nuestros logros", añadió.
En los últimos meses el Estado Islámico sufrió importantes derrotas en Irak y Siria; de hecho, la semana pasada la coalición dijo que había eliminado a 150 miembros del EI en el valle del Éufrates, en Siria.
