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Gobierno se propone aumentar cobertura de CAIF en un 75% entre los niños más pobres
Con el foco en la primera infancia fue que el Poder Ejecutivo presentó la Rendición de Cuentas que envió al Parlamento en junio. Y fue por eso que anunció que el único incremento al gasto sería para programas destinados a ese sector de la población en unos US$ 50 millones anuales aproximadamente (depende el tipo de cambio).
Pero más allá de los números, los discursos y las discusiones parlamentarias sobre cómo distribuir ese dinero, ¿Cuáles son los objetivos del gobierno con esto y cómo lo va a hacer?
Los primeros mil días de vida son una "etapa crítica" para el desarrollo de las personas que condiciona el funcionamiento a lo largo de toda la vida. Ese sector de la población es el que tradicionalmente tiene en Uruguay los porcentajes más altos de pobreza. Por eso, el Poder Ejecutivo se propuso profundizar y crear nuevas herramientas para atacar ese problema.
Se trata de un programa que será ejecutado por distintos organismos públicos que trabajarán coordinadamente y que, más allá de la discusión parlamentaria y algunas reasignaciones que se pretenden hacer, tiene varios objetivos concretos.
El gobierno pretende aumentar la cobertura de los centros CAIF en un 75% entre los niños de 0 a 3 años del quintil más pobre, según un documento de trabajo difundido por el Poder Ejecutivo. El objetivo es pasar de unos 23 mil que tienen cobertura actualmente a casi 41 mil al final del período, según cálculos realizados por El Observador en base a números del gobierno.
Ese documento, que algunos diputados oficialistas manejaron durante el debate parlamentario, establece antecedentes, objetivos y traza los lineamientos generales para el uso de ese dinero con el que se incrementa el gasto en esta instancia presupuestal.
El planteo nace en un contexto en el que el 20% de los niños de 0 a 3 años se encuentra en situación de pobreza monetaria y hay unos 35 mil niños de esa edad en el quintil de menores ingresos (60%) que no concurre a ningún tipo de centro educativo. Esa es la población objetivo de esta política y el gobierno se propone llegar a 17.536 de esos niños para incluirlos en la cobertura del Plan CAIF durante esta administración.
La pobreza medida por ingresos se redujo de manera constante desde 2005 hasta 2017 cuando esa disminución se estancó y empezó a tener un leve repunte que se volvió más pronunciado en 2020. Sin embargo, si se mira solo la primera infancia (0 a 3 años), la pobreza mantenía su caída hasta 2019 y recién en 2020 aumentó por primera vez.
En 2020 el porcentaje de niños de 0 a 3 que estaba por debajo de la línea de pobreza es casi el doble que el porcentaje total (11,6%).
La cobertura educativa en primera infancia viene en constante crecimiento desde 2013 (pasó de un 36,7% a 49,8% en 2019) y ese aumento se dio principalmente por el aumento de la oferta pública de centros educativos (particularmente CAIF), según datos relevados por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto que figura en el documento.
Pero, más allá de ese crecimiento, todavía “persiste una gran brecha socioeconómica de asistencia a un centro educativo en niños de 0 a 3 años”. Mientras que en el quintil más pobre casi la mitad (48%) de los niños de dos y tres años no asiste a ningún centro, en el quintil más rico ese número se reduce a apenas uno de cada diez.
En la actualidad, el 10% de los centros CAIF (unos 45) tienen atención de 0 a 2 años. El objetivo del Poder Ejecutivo es ampliar hasta 3 años en esos centros (nuevas "unidades de atención") o que esa demanda se vea contemplada en jardines de infantes cercanos para que puedan recibir a estos niños.
De todos modos, el gobierno también planifica construir nuevos centros que se suman a los 57 que ya estaban previstos para construir o entregar en este período de gobierno (30 vienen de la administración anterior), según explicó a El Observador el presidente del INAU, Pablo Abdala. El INAU todavía no tiene un número exacto de cuántos serán los nuevos centros a construir pero van a ser "decenas", aseguró Abdala.
Al mismo tiempo, en los casos en los que las familias no tengan ni un centro CAIF ni un jardín de infantes cerca, el gobierno ampliará el sistema de becas existente que permite incluir a los niños en el sistema privado. Se trata de unas 2.000 becas nuevas.
Para cumplir con estos objetivos, además, el gobierno se plantea aumentar el acompañamiento presencial así como la teleasistencia.
Otros planes
Este plan incluye, entre otras cosas, el bono crianza. Se trata de una transferencia de $ 2.500 mensuales por niño y embarazada durante los primeros mil días de vida para familias que reciben la Tarjeta Uruguay Social.
El programa también se propone otras metas que apuntan a mejorar la atención en salud de este grupo de la población y por eso también involucra a la Administración de Servicios de Salud del Estado.
A grandes rasgos, el gobierno se pone como objetivo, entre otras cosas, reducir en un 20% el “embarazo adolescente no deseado en menores de 15 años” así como “consolidar la creación de 13 Casas del Desarrollo de la Niñez”.
Además, si bien en el proyecto original no estaba y fue agregado en Diputados, el programa tiene un Plan de Atención y Protección Integral para Embarazadas que estará en la órbita del Ministerio de Salud Pública y que contará con un $ 45 millones distribuidos en dos años, aunque falta precisar el financiamiento en la discusión que se dará en el Senado.
La propuesta fue una idea del diputado blanco Álvaro Viviano que fue conversada con el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y el de Desarrollo Social, Martín Lema.
El programa apunta en el mismo sentido de la primera infancia, pero con el objetivo de llegar antes de que el niño nazca y comenzar a trabajar con la mujer embarazada.
