Museo Nacional de Artes Visuales

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Hacia la reapertura: ¿cómo se preparan los museos uruguayos para volver a tener visitas?

Los museos del mundo atraviesan una época marcada por restricciones sanitarias mientras que en Uruguay se vislumbra la reapertura
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19 de junio de 2021 a las 05:01

La Ciudad Vieja está en movimiento. La calle 25 de mayo es un flujo constante de autos, motos con mochilas de delivery y personas que van y vienen con pasos rápidos, siempre apurados. Pero hay un hombre, un señor de unos 70 años, que camina a destiempo con las manos en los bolsillos del pantalón deportivo gris. Canoso, con los lentes de aumento escondidos debajo de una boina de lana y una camisa de franela verde a cuadros, decide pararse y observar. Se detiene. Y durante algunos minutos es el único que permanece en calma, mientras mira las vidrieras del Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) donde se instaló una pequeña exposición con piezas de máscaras del carnaval de Barranquilla, de Claudio Rama. Un momento de paz en medio del caos.

Los museos cerraron, pero durante meses se reconvirtieron para seguir llevando el arte a la gente.

Algunas piezas de la colección de máscaras latinoamericanas pasaron a la vidriera del museo para tomar contacto con el público

Este año el Consejo Internacional de Museos (ICOM) propuso para el día internacional de los museos pensar en el futuro de las instituciones y cómo acompasar desde los museos estos tiempos de emergencia sanitaria. Cada institución tuvo que imaginar, desde las características propias de cada una, cómo modificar el vínculo con la sociedad. Y eso, en Uruguay, también sucedió.

El Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) cumplirá 110 años en diciembre. Su director, Enrique Aguerre, dijo a El Observador que en un siglo de historia la institución debió acompasar los cambios sociales, ya que los museos son entidades vivas que no trabajan de espaldas a la sociedad. “En un momento eran prácticamente templos inaccesibles para una elite que tenía acceso al arte o la cultura, los museos nacionales de origen público como el MNAV tienen la idea de garantizar el acceso democrático a la cultura”, puntualizó, y destacó el rol de la institución como principal pinacoteca del país.

Museo Nacional de Artes Visuales

Facundo de Almeida, director del MAPI, consideró que el museo tiene una función social más allá de esos tres aspectos básicos intrínsecos a su funcionamiento. Según él, los museos deben utilizar ese acervo transformado en conocimiento del pasado como aporte a los debates del presente. “Trabajamos siempre con esa dicotomía, conservamos piezas, algunas de ellas que tienen 10 mil años de antigüedad, pero queremos ser lo más contemporáneos posible, y me parece que los museos aportan información traída del pasado a los debates contemporáneos”, comentó.

Además sostuvo que los espacios culturales en general, pero los museos en particular, tienen una función que es ser lugares de encuentro. Una característica que se intentó mantener de forma virtual en tiempo de distanciamiento físico. “Es un lugar donde en un mismo momento y espacio se pueden cruzar realidades completamente distintas”. 

Por su parte la Cristina Bausero, directora del Museo Blanes, consideró que el aporte es “sustancial culturalmente, para construir cabeza crítica, en la medida que el museo es interactivo con su público”.

Museo Blanes

Pensando en volver

El 23 de marzo el presidente Luis Lacalle Pou anunció en conferencia de prensa un conjunto de medidas sanitarias, entre las que incluyó un nuevo cierre para los museos. La resolución se tomó 48 horas antes de que se inaugurara en el MNAV la exposición de Mario Arroyo, Surrealismo rioplatense. Así, con todo listo para que los visitantes llegaran a las obras, se cerraron las puertas y nadie la vio.

El sumario, de Mario Arroyo. Parte de la exposición que estará abierta al público en el MNAV

Ahora es una de las exposiciones con las que reabrirá sus puertas el próximo martes 22 de junio, decisión que se tomó luego de que el Poder Ejecutivo resolviera el pasado jueves habilitar la reapertura de los museos dependientes del Ministerio de Educación y Cultura con los aforos correspondientes y los protocolos aprobados por el Ministerio de Salud Pública que fueron puestos en práctica a fines de 2020. La muestra de Arroyo reúne 33 pinturas originales realizadas a partir de fines de los años 60 hasta principios de los años 90, además de documentación de su colección personal incluyendo catálogos, artículos de prensa y cartas.

“Más allá de tener un vínculo muy íntimo con el tango y la cultura urbana, abordan con singular maestría los distintos aspectos de la condición humana: la soledad, el amor, el paso del tiempo y las pequeñas y grandes catástrofes cotidianas. Escenas cargadas de misterio, en clave musical, con referencias al universo cinematográfico de su tiempo que generan narrativas que cada observador puede continuar o modificar, imaginando inicios y finales diferentes cada vez”, reflexiona Aguerre en el catálogo de la exposición.

El país de las penumbras, de Mario Arroyo

Pero el MNAV abrirá también con otras tres exposiciones simultáneas a la de Arroyo. 

La exposición Antonio Pezzino 1921-2004 se inauguró a comienzos de marzo y se trata de una retrospectiva en el centenario del artista cordobés y discípulo de Joaquín Torres García, radicado en Montevideo. La muestra propone un recorrido a través de la obra plástica de un artista gráfico que trabajó, por ejemplo, en el diario El País, el semanario Marcha y la revista Tres. 

Por otro lado, algunos sí tuvieron la oportunidad de recorrer las muestras de Amalia Nieto y José Belloni, inauguradas en diciembre, pero para quienes no lo hayan hecho habrá una nueva posibilidad. Según Aguerre, la idea es que las exposiciones se mantengan al menos durante un mes para que los visitantes puedan encontrarse con la retrospectiva de la artista uruguaya y las variadas caras del escultor que trasciende la escultura monumental.

Naturaleza muerta-mental I, de Amalia Nieto

Además adelantó que están planificando dos grandes muestras que abarcarán todo el piso superior del museo, lo que se traduce a unos 1300 metros cuadrados expositivos. Una celebrará el centenario de Manuel Espínola Gómez, “un artista fundamental y central en el arte moderno y contemporáneo en nuestro país”, según Aguerre, quien agregó que va a haber más de 200 obras del artista, algunas que se exhibirán por primera vez. La segunda un homenaje por los 90 años del pintor y escenógrafo Miguel Battegazzore.

Al cierre de esta edición, los museos que dependen de la Intendencia de Montevideo permanecen a la espera de una resolución del gobierno departamental. Y también aprontan su eventual vuelta con nuevas exposiciones. 

Las máscaras del carnaval de Barranquilla que expone el MAPI, por ejemplo, pasarán a formar parte de una exposición permanente cuando el museo vuelva a abrir sus puertas. Además, según indicó su director Facundo De Almeida, se está trabajando en una renovación de las demás exposiciones permanentes. “Estamos trabajando en una sala de piezas indígenas de América del Norte y con una sala nueva de música y fiestas en América”. Por otra parte, adelantó que están participando en un proyecto en conjunto con la Facultad de Química que va a resultar en una sala permanente con el fruto de una investigación sobre el uso de las plantas medicinales que llega hasta la farmacología actual en Uruguay. “Usamos mucho la continuidad histórica hasta el presente, para que se entienda el pasado pero también el presente”, señaló De Almeida. El nombre provisorio de la muestra es más que ilustrativo: Del mortero al ARN mensajero. 

Museo de Arte Precolombino e Indígena

También es el caso del Museo Blanes, donde desde marzo está lista la exposición Transformadoras, compuesta por obras de 33 artistas mujeres de diversa procedencia y temporalidad pertenecientes a la colección del museo. La muestra propone líneas de diálogo entre las artistas y sus obras y pretende traer a la luz producciones artísticas que han sido históricamente invisibilizadas dentro de los relatos de las historias del arte.


En el Centro de Exposiciones SUBTE, en tanto, hay tres exposiciones que no pudieron presentarse al público en las salas: las obras de Francisca Maya, Felipe Secco y Carlos Seveso. 

La exposición de Francisca Maya será una de las que se podrán visitar cuando abra el SUBTE

“El arte es muy poderoso para estar contenido en cuatro paredes”

Al bajar las escaleras del SUBTE de Montevideo invade una sensación extraña. Las paredes de las salas, que en otros momentos exhiben obras de arte contemporáneo, están vacías. Todo es un gran espacio blanco, salvo algunas escaleras que utilizan para pintar las vigas de los techos, también de blanco. 

Interior del SUBTE en acondicionamiento

Pero que el panorama se muestre así no significa que no se esté produciendo arte. En el SUBTE entendieron que “el arte es muy poderoso para estar contenido en cuatro paredes”, según lo explicó su curador general, Martín Craciun, a El Observador.

La sala de exposiciones inauguró su temporada 2021 con En la noche, un proyecto que tuvo como origen y centro la virtualidad y del que participaron 16 artistas contemporáneos, entre ellos Marcelo Vidal, que propuso un un filtro de realidad aumentada para Instagram que obtuvo 30 mil visitas, y Dani Umpi, que utilizó una transmisión en directo en la plataforma Twitch.

Así, dieron un paso hacia la producción artística en un soporte virtual, algo que potencialmente llegaría a cualquier lugar desde el que ingresaran al sitio web. No solo la gente fue a buscar el arte, el arte fue a buscar a la gente. “Las propuestas museográficas no solo tienen que suceder adentro del museo, sino que tienen que tener ese diálogo con la comunidad construido en otros soportes”, explica la coordinadora del SUBTE, María Eugenia Vidal.

SUBTE

Este viernes lanzaron otra propuesta pensada para la virtualidad: MonteVideo. Se trata de un proyecto audiovisual para el que se convocó a cuatro curadores y curadoras y a cada uno se le propuso crear un programa donde varios artistas puedan utilizar el lenguaje audiovisual para reflexionar. “Es como nuestro humilde festival de invierno de entre casa”, ilustra Craciun, y señala que se encontraron trabajos históricos y joyas audiovisuales que formarán parte del proyecto, del que participan en total 24 artistas.

Consultado acerca del rol del arte en el contexto pandémico, Craciun comenta que este nuevo proyecto está atravesado por el momento histórico que estamos viviendo y el uso de una herramienta que cada vez es más universal. “Desde el arte y la cultura nuestro rol es poner algunos temas, cuestionar y hacer ver que nuestros artistas están pensando”, dice.

El MAPI, por su parte, dio el salto digital el 22 de marzo de 2020, nueve días después de que se declarara la emergencia sanitaria. El Mapi Virtual, como lo llamaron, fue una apuesta para generar un espacio en el que mantener el encuentro con el público a partir de contenidos virtuales, una serie web y con instancias de participación. En 2020 lograron 400 mil visitas, algo que según estima su director llevaría unos 5 años en la presencialidad.

“Si bien había una tendencia del consumo cultural a través de la virtualidad, la pandemia lo profundizó y de eso no se vuelve. Hoy, para cualquier institución cultural es insoslayable trabajar en paralelo con la misma intensidad lo presencial y lo virtual”, considera De Almeida.

Para Aguerre los museos son una pulsión vital, casas generosas y abiertas a todos y todas. "Los museos nos enseñan, nos recuerdan, históricamente nos hacen revisitar otros periodos que de otra manera habríamos olvidado. Son testigos históricos de momentos sumamente relevantes", comenta, y recuerda el caso de La fiebre amarilla de Blanes, uno de las obras de la exposición permanente del museo. Una obra que es testigo del Uruguay de otro tiempo y que habla de lo que viene: como aquella pandemia, esta también va a terminar.

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