Martín Guerra

Nacional > Luces Largas

“Hoy en las empresas hay tribus que resuelven determinados problemas”

El empresario planteó la nueva forma de organizar las empresas, aunque sean chicas, es mirar a las tecnológicas y aplicar “a escala” lo que hacen
Tiempo de lectura: -'
29 de junio de 2022 a las 08:38

Un empresario exitoso habla de tribus, rituales y ceremonias, como modelo de resolución de problemas en las organizaciones.

Martín Guerra es un emprendedor nato, con especialización en las áreas financiera y de medios de pago. Cuando fundó Pronto!, creó un “modo de hacerlo”que alcanzó reconocimiento en el país y en el exterior. Ahora, luego de fundar InCapital, sigue con su pasión de integrar equipos de alto desempeño. En esta entrevista con Luces Largas, advierte algunos retos importante para empresarios, gobiernos y trabajadores, en un ecosistema empresarial donde el riesgo de la obsolescencia está en el menú del día a día. Y además, antes de conocerse los anuncios del gobierno sobre encuentros entre el presidente y otras autoridades con ejecutivos de gigantes tecnológicos (Microsoft, Beta Google), Guerra dijo que también “ese es el camino”.

¿Cómo será una empresa del futuro?

Será como una empresa del presente, me parece que ya estamos en el futuro. Obviamente la pandemia aceleró algún proceso pero hoy ya estamos operando en empresas mucho más flexibles, dinámicas y ágiles con respecto a las que estábamos acostumbrados a ver en el pasado. Se están dejando de lado las jerarquías de aquel diseño funcional y “matricial”, y ahora se opera con equipos especialistas que resuelven problemas determinados, con un formato totalmente distinto y más parecido a lo que podría ser un ritual. Esto es algo que se está tomando de las empresas de tecnología, pero va mucho más allá de la propia tecnología.

¿Con un cambio de mentalidad? ¿Finalmente se está pensando fuera de la caja?

Todo el cambio está muy alimentado por nuevas camadas de profesionales que vienen con una actitud superpositiva respecto a cómo contribuir, en tanto sepamos entenderlos. Yo soy un gran “fan” de la nueva lógica que estamos viviendo; me gusta muchísimo contratar equipos jóvenes. En este momento estoy ayudando directamente a dos compañías que fundamos en InCapital, una se llama Handy y la otra Paigo, y ahí los promedios de edades son de 28 años en una, 29 en otra, en equipos de 70 personas y de 150; y me parece que se está armando una sociedad muy productiva que tiene un montón de desafíos, como cada época tiene. Y quizá habrá que ponerle más el foco en
la discusión pública en todo el planeta a cómo se relacionan las personas con las grandes corporaciones, que es donde me parece que se está alojando más el poder.

En estas nuevas dinámicas, ¿quién manda, quién dirige, quién lidera? Las gerencias generales, las jefaturas ¿van rumbo a la obsolescencia? ¿Cuáles son las nuevas lógicas de jerarquías en conceptos que tienden mucho más a la horizontalidad que a aquella verticalidad más convencional? ¿Dónde se encuentra el equilibrio?

Es un conocimiento que está en progreso, o sea que hoy no se puede llamar a una consultora –aunque varias van a decir que lo tienen– y pedirles ‘poneme el modelo moderno de una compañía’. Imposible, porque es un conocimiento que no está  terminado, es dinámico y está evolucionando. La forma que encontramos nosotros es mirar mucho Spotify, que comparte sus formas de gestión. Pero claro, es una compañía muy grande y entonces, ¿cómo se hace eso en una compañía de 70 personas?

“Las empresas que se gestionan con el modelo anterior están muy amenazadas porque lo que cambió fue el cliente. Entonces, el rol es, más que nada, del empresario y también del trabajador”

¿Y cuál sería la clave?

El punto en el que estamos es negociar y tener una primera línea tradicional, con un gerente general y gerentes principales, digamos. Pero después para abajo no hay departamentos, hay tribus que resuelven determinados problemas, con un tipo específico de ceremonia que se va integrando con una lógica de tener una reunión chiquita todos los días, alguna semanal con el que quiere que esa tribu le resuelva
el problema. Realmente es muy motivante ver cómo se construye el valor de esta manera y realmente lo vemos como mucho más efectivo que el mecanismo anterior, dejando de lado esa lógica de ‘este es mi departamento, no se meten en él y no me meto en el departamento de al lado’. Eso genera una lógica de gobierno compleja. Acá, ahora está todo el mundo estimulado a hablar con todo el mundo, no hay jerarquías convencionales...

Un modelo de empresas tecnológicas de avanzada, pero cuánto de esto es aplicable en pequeñas o medianas estructuras empresariales si se observa que en Uruguay más del 90% de las empresas son pymes y representan más del 60% de los puestos laborales.

Creo que todas las empresas, por más pequeñas que sean, tienen que ir tendiendo cada vez más a incorporarse a esta lógica de una u otra manera. A escala, cada unidad tiene un desafío. Nosotros con 70 personas miramos lo que hace Spotify; si atendiera un almacén con mi señora y mis dos hijos, miraría a PedidosYa, por ejemplo. Y me decís: la distancia es enorme. Sí, es enorme. Pero PedidosYa me está dando la harina en 7 minutos a un precio competitivo. Entonces, ¿cómo hacés? Creo que hay formas, pero hay que buscarlas a escala.

¿Cuánta originalidad es posible, a pesar de las escalas, para mantenerse en pie? Al final de cuentas es buscar soluciones a la empresa, buscándole soluciones a la gente.

Una de las empresas que nosotros gestionamos (Handy) le resuelve parte de los problemas digitales a unidades muy muy chicas. Empresas que facturan, de repente, $ 100 mil o $ 200 mil por mes. Y hoy saben que tienen que usar Instagram, poder vender con un link, rotar más rápido sus inventarios. Tienen que hacer un montón de cosas porque, si no..., o sea, tienen que hacerlo, y para mi sorpresa lo hacen. Hay un número fundamentado con datos del INE (Instituto de Estadística), por ejemplo: si mirás el sector de los supermercados, las grandes cadenas, en los últimos 10 años y en números redondos, perdieron aproximadamente el 10% del valor real de sus ventas. Y comercios minoristas (almacenes, panaderías, carnicerías, por ejemplo) más que se duplicaron. O sea que hace 10 años eran 3.000 y hoy están en 7.000. Entonces, esto también pasa porque todo esto que estamos hablando de la empresa, en realidad tiene su origen en nosotros, los clientes.

Y allí ¿cuáles son los cambios más significativos?

Que queremos consumir diferente. Ya eso de ir y hacer el pedido de la semana a través de un programa es algo que se está abandonando. Y no solamente en los segmentos altos, se abandona transversalmente en toda la pirámide. Las personas están usando su tiempo y sus posibilidades de manera diferente.

Volviendo a los vínculos internos en las empresas, siguen existiendo intereses diferentes en esas relaciones. ¿Es posible una nueva dinámica en estos vínculos, donde prime lo colaborativo, la cooperación que tanto se menciona? ¿Qué cambios deberían articular los diferentes actores? ¿Cuál debería ser el papel del Estado?

Me parece que las empresas que se gestionan con el modelo anterior, realmente están muy amenazadas. Las empresas que no están advertidas de este cambio están muy amenazadas porque lo que cambió fue el cliente. Entonces, creo que el rol es, más que nada, del empresario y también del trabajador. Obviamente que el Estado tiene que poner lo suyo, pero me parece que la conciencia principal tiene que venir del empresariado para provocar más estos cambios. Es un desafío.

“Los centros comerciales tienen una amenaza también. En tanto no transformen su propuesta en algo más abierto a la calle (...), no se integren otras actividades, les va a costar mucho resolver su ecuación económica”

¿El Estado está estancado en tendencias de modernización? ¿Va a un ritmo acorde a estos tiempos?

Me hubiera gustado por ejemplo, en esta administración, un poco más de énfasis en la Agesic (Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento), que fue una gran iniciativa que se inició en el primer gobierno de Tabaré Vázquez, que tiene un ADN transformador muy fuerte y ya tiene un montón de oferta para solucionarnos la vida de una manera diferente. Este gobierno me parece que no vio la oportunidad ahí y no está haciendo crecer esa agencia, que está muy buena. Si fuera gobernante le pondría mucho calor a eso.

¿Y cómo sintetiza la responsabilidad de los empresarios en este nuevo mundo? ¿Qué es lo que deben hacer si quieren ser sostenibles en el tiempo?

Entender al cliente. ¡El cliente cambió! Si no le das la oferta acorde, estás en problemas. El riesgo de obsolescencia de la empresa en este momento es altísimo. Fíjate en PedidosYa, que tiene las drugstores que son supermercados, farmacias, ¡y te están llevando las cosas en 15 minutos!

¿Qué otros “disruptivos” posibles advierte en el ecosistema empresarial?

Por ejemplo, los centros comerciales tienen una amenaza también. En tanto no transformen su propuesta en algo más abierto a la calle y no encerrados en un módulo, no se integren otras actividades que no sean solamente las de tienda, les va a costar mucho resolver su ecuación económica. La gente está teniendo mucho más tiempo libre y si bien tiene el foco en cumplir los objetivos, también tiene un foco en priorizar su vida personal, y eso está muy bien en tanto logre las dos cosas. Eso también está dando una oportunidad al surgimiento de un montón de profesiones que antes estaban mucho más sumergidas; todo lo que es el arte (...) antes era muy difícil hacerte la vida siendo chef, y hoy no dan abasto, los restaurantes no consiguen chefs.

¿Cuán de acuerdo está con esa aparente profecía de que en el futuro todo trabajo será remoto, todo será a distancia? Con algunos ejemplos que ha mencionado, no parece una posibilidad muy realista, o no ocurrirá en términos tan absolutos, aunque la tecnología cruce todo. 

Creo que el trabajo ya se organiza de una manera totalmente distinta y ya pasaba antes de la pandemia, aunque la pandemia lo haya acelerado. Y no sé si lo aceleró, porque ahora estamos volviendo un poco para atrás. Creo que ayudó a que todas las personas estemos advertidas de este cambio. Sin lugar a dudas, hay cambios que redundan en  mayor productividad, porque permite organizar diferente el tiempo. Hasta este muchacho Elon Musk, que es superterminante, quiso obligar a toda la empresa a que fueran a trabajar o, si no, los echaba, y reculó. Ni él puede, porque realmente esta forma nueva de trabajo es increíble. Fijate que estamos haciendo esta entrevista (Ndr: fue hecha vía Zoom con Martín Guerra en José ignacio, Maldonado, y el periodista en Montevideo), que en otro momento nos hubiera llevado dos o tres hora entre viajes de ida y vuelta, nos lleva media hora. De diez viajes que hacía, quizás ahora hago tres, o viajo más por placer. Me parece que esto es algo que es bueno que las empresas estimulen como una posibilidad híbrida.

“Hasta Elon Musk quiso obligar a toda la empresa a que fueran a trabajar o si no los echaba, y reculó. Ni él puede, porque realmente esta forma nueva de trabajo es increíble”

Se menciona el cambio en la cultura empresarial a impulsos de empresarios extranjeros que decidieron radicarse en Uruguay, y que vienen con una actitud diferente o con una agenda innovadora ¿cuánto de esto –de ser así– debe ser incorporado?

Yo creo que los empresarios que están viniendo nos están haciendo muchísimo bien. Entre otras cosas porque nos hacen ver la calidad de vida de nuestro país. Está clarísimo que estamos en uno de los mejores, si no el mejor, países para vivir en Latinoamérica y uno de los  mejores del mundo. Ese reconocimiento es tremendo porque la gente que ha venido a vivir a Uruguay es gente con un montón de oportunidades y que valoran eso del país. Y lo que nosotros vemos gris o negro, de otra manera totalmente distinta. Después desde el punto de vista empresarial en general, muchos de los que vinieron –gente muy consagrada que tengo la oportunidad de interactuar con varios de ellos– son superabiertos a tratar de encontrar cómo contribuir al mundo empresarial y al país en el que están viviendo. Muchos de ellos, invirtiendo y participando de la mecánica de encuentros con empresarios, charlas, muestran su disposición.

No se quedan con el éxito en el puño, sino que siembran con su experiencia

Ese es un común denominador que tiene la gente crack, de estar abierta, compartir y contar los errores que cometieron, etcétera. Porque el conocimiento es de los pocos activos que compartiéndolo crece, en lugar de dividirse. Nos están haciendo mucho bien.

Más allá de ser un empresario exitoso, no pierde de vista las discusiones sobre temas de la coyuntura y opina en sus redes sobre estos intercambios. Entonces, desde su punto de vista, ¿qué debates no se están dando? Usted en particular ha insistido con el “debe”en la mejora de la educación.

El tema de la educación claramente es lo que tiene mejorar sí o sí. Tengo esperanza y creo que este gobierno está gestionando mejor la educación con relación a lo que fueron los 15 años del Frente Amplio. Básicamente, creo que el cogobierno que Tabaré (Vázquez) impulsó en su primer gobierno fue un error garrafal tremendo. Lo vemos en este tema de las licencias sindicales..., excesos... más allá de lo que diga la Justicia o la comisión investigadora, para cualquiera que mira el tema claramente es algo muy negativo. Pero ¿cuál es el gran problema? Me parece que la sociedad en general castiga a profesionales de alta calidad que colaboran en el sector público. Entonces, si lo ven con un chofer al trabajo, lo castigan. Cuando a nosotros nos conviene que vaya trabajando. Cuando el tipo gana lo que podría ser un salario similar en el sector privado, lo denunciamos como una herejía.

Pocos incentivos para que los mejores profesionales quieran ir al sector público.

Mi observación es que los gobiernos de todos los colores tiene 20 o 30 quijotes por administración, que están espalda con espalda, luchando contra los otros 470 del propio gobierno que son sus primeros enemigos, antes que la oposición. Esa mecánica, si no la quebramos, es muy difícil...Porque al final del día en el sector público se da lo mismo que en el sector privado, las iniciativas están arriba de personas.

¿Comparte como empresario el rumbo de la política comercial internacional de Uruguay?

Si fuera presidente, lo que trataría de hacer en mi política exterior no serían TLC, sino juntarme con el presidente de Amazon, el presidente de Apple, el presidente de Google y de las 50 compañías más relevantes de tecnología, unas cuantas israelíes “que la están rompiendo”. Desde ahí es que se está dando la transformación...no es (Emmanuel) Macron, no es (Joe) Biden... ¡Es (Jeff) Bezos, es Musk! Ahí es donde está el partido a mi juicio. (Ndr: esta entrevista fue realizada antes de los encuentros del presidente Luis Lacalle Pou con ejecutivos de empresas multinacionales de tecnología, y de los anuncios posteriores a esos encuentros y a la Cumbre de las Américas.)

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...