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INIA extendió recomendaciones tras la aparición de enfermedades foliares

El INIA extendió a los productores y a sus asesores un conjunto de consideraciones relacionadas con los cultivos cerealeros de invierno, cuyos ciclos productivos están avanzados
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25 de septiembre de 2023 a las 13:26

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) extendió a los productores y a sus asesores un conjunto de consideraciones relacionadas con los cultivos cerealeros de invierno, cuyos ciclos productivos están avanzados, tanto para cebada como para trigo.

Según indicó (ver más adelante el informe completo, elaborado por Silvia Pereyra, profesional de INIA La Estanzuela), la primera mitad del ciclo de los cultivos de cebada y trigo han estado marcadas por periodos de contrastes en cuanto a temperaturas: ventanas con bajas temperaturas y heladas consecutivas y otras con temperaturas más cálidas, en “veranillos”.

Las lluvias, otro elemento del estado del tiempo clave, se han presentado en forma variable según las zonas y se han destacado las horas muy prolongadas de mojado foliar, debido a rocíos.

Estas condiciones han predispuesto a los cultivos a la infección y desarrollo de algunas enfermedades foliares, principalmente en cultivares susceptibles y/o en presencia de rastrojo infectado.

En el informe del INIA se considera la situación sanitaria de los cultivos de cebada y trigo con foco en las enfermedades foliares prevalentes y su manejo, y en la fusariosis de la espiga abordando brevemente las principales herramientas y estrategias que tenemos para su manejo.

 

El dato
Con base en la última encuesta de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), este año se sembró trigo en 301.353 hectáreas y cebada en 184.666 hectáreas. Además, en un área global de invierno 2023 de 644.998 hectáreas, la colza se extiende sobre 148.114 hectáras. El resto de la superficie corresponde a avena y otros cultivos de menor presencia.

 

Se recomienda un monitoreo de los cultivos y decidir las aplicaciones foliares sobre la base de diagnóstico correctos, comportamiento de los cultivares, pronósticos climáticos, seleccionando el fungicida más adecuado para la problemática presente y en dosis completas.

También alternar fungicidas con distintos modos de acción en caso de haber realizado aplicaciones previas en el ciclo y asegurar una cobertura eficiente del producto.

Las cartillas de comportamiento sanitario de los cultivares y de la eficiencia de fungicidas para enfermedades foliares y fusariosis de la espiga en ambos cultivos pueden orientar en el seguimiento y manejo (ver más en este enlace).

En el caso de fusariosis de la espiga se recomienda consultar, además, el sistema de pronóstico de DON en grano de trigo para decidir aplicación de fungicidas y el eventual manejo en cosecha y poscosecha del grano.

Por información adicional, se aconseja consultar la Guía para el manejo de la fusariosis de la espiga en trigo.

Por consultas o sugerencias, se pide a los interesados dirigirse vía mail a [email protected].

 

 

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