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La Intendencia de Montevideo (IMM) comenzará a fiscalizar el 15 de octubre que los locales gastronómicos de la capital cuenten con un 10%, como mínimo, de su menú sin sal agregada, tal como lo prevé el decreto 36.677 de la Junta Departamental, aprobado en abril de este año.
La directora del Departamento de Salud de la IMM, Analice Berón, confirmó a El Observador que a partir de la segunda quincena de octubre las autoridades municipales comenzarán a fiscalizar que se cumpla el decreto, cuya reglamentación también está aprobada.
"Lo que se va a fiscalizar, en principio, es la existencia en cada carta, en cada cartel o en cada lugar que los locales alimentarios ofrezcan productos entre los que esté presente ese 10% de alimentos sin agregado de sal", explicó Berón.
El presidente de la Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), Daniel Fernández, explicó a El Observador que el organismo comenzó a comunicar a sus afiliados para que pongan en práctica los cambios requeridos por el decreto 4257/18.
Fernández señaló que desde Cambadu se peleó mucho para conseguir algunos cambios en la normativa, ya que, en un principio, la IMM pretendía que el 10% de comidas sin sal agregada fuera aplicada por cada especialidad, como ser la pasta, las carnes, entre otros.
De esta manera, Cambadu acordó que el 10% sea aplicado al total de la carta, así como que la sal que ya viene de los productos, es decir, la materia prima de los platos, no esté comprendida en el decreto.
El decreto establece que las empresas de preparación de alimentos prontos para el consumo (restaurantes y rotiserías) "deberán ofrecer al menos un 10% (diez por ciento) de comidas elaboradas sin adición de sal, debiendo contar con un listado de comidas que elaboran en el que deberán incluir ese 10% (diez por ciento)”.
"Se entiende que es la sal agregada a la comida", apuntó Fernández, quien agregó que la reacción en los comerciantes dependerá de cada uno, pese a que ya fueron notificados por Cambadu.
El decreto por el que se fiscalizará que 10% del menú cuente con productos sin sal agregada también incluye la obligación de que los saleros y demás condimentos de alto contenido en sodio no puedan estar sobre la mesa ni sean "ofrecidos a los consumidores salvo que expresamente lo soliciten", algo que la IM estableció en 2014.
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