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Jefe de Policía de Maldonado sobre covid-19: "La conducta de la gente tiene que cambiar"

Julio Pioli afirmó que en tiempos de fronteras abiertas "a Punta del Este llegan delincuentes de todo el mundo" para robar en temporada, y que muchos de ellos permanecen en Uruguay luego de salir de la cárcel
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11 de enero de 2021 a las 05:00

La foto de Julio Pioli ya está enmarcada en una pared de la planta alta de la Jefatura de Policía de Maldonado por haber sido subjefe hasta 2020, y lo estará algún día en la pared de enfrente junto a los retratos de los otros máximos jerarcas departamentales de los últimos 30 años, con los que supo trabajar.

Pioli construyó sus 37 años de carrera policial en Maldonado –pasó a retiro en febrero pasado para asumir la conducción–, por lo que conoce de cerca los problemas locales de la Policía y cómo han cambiado allí los delitos a lo largo de las décadas.

Hoy, al inicio del mes 11 de su gestión, Pioli se encuentra al frente de los operativos que buscan evitar las aglomeraciones en los balnearios maldonadenses, aunque en entrevista con El Observador advirtió que para contener el avance del virus "la conducta de la gente necesariamente tiene que cambiar".

Por su parte, destacó que en lo que va de su administración se alcanzaron más del triple de imputaciones por narcotráfico que las realizadas entre marzo y diciembre de 2019, y que en la ciudad de San Carlos –disputada por bandas de narcotraficantes– se incautaron 111 kilos de cocaína mientras que en 2019 se había confiscado medio kilo. Ocurrió, según dijo, porque se mejoraron aspectos operativos como “la coordinación con la Fiscalía y la Brigada Departamental”.

Además habló sobre la llegada de delincuentes extranjeros en tiempos de fronteras abiertas para robar en temporada y los problemas de una flota de patrulleros que tiene al 30% de sus vehículos siempre en mantenimiento. A continuación un resumen de la entrevista.

El Ministerio del Interior ha informado de descenso general en la cifra de los delitos. ¿Maldonado viene acompasando esa caída de los delitos? 
Maldonado acompasa ese descenso generalizado de los delitos (ver recuadro) y aún es demasiado pronto para ver el comportamiento de 2021 pero creemos que la tendencia va a ser igual.

¿A qué lo atribuye? 
Hubo un cambio de estrategia importante y de actitud en los mandos, hacia nosotros, de apoyo. Y lo sentimos el 2 de marzo en aquella reunión con el presidente y el ministro del Interior. Intentamos derramar eso a lo largo de toda la cadena de mando. Respaldo, confianza. 

¿Mayor presencia en la calle? 
Exacto. 

Y el Programa de Alta Dedicación Operativa (Pado) más centralizado en la Jefatura y a su disposición.
Y nosotros a su vez lo descentralizamos en cada jefe de zona. Ese Pado que antes estaba centralizado en una idea estratégica y táctica diferente, nosotros le cambiamos la óptica, el enfoque, los objetivos y le dimos la potestad a los jefes de zona, utilizando las mismas herramientas de georreferenciación, de uso del sistema de gestión, para georreferenciar los delitos y los horarios donde se llevan a cabo la mayor parte de los delitos, generalmente contra la propiedad. 

¿Cuál es el delito más frecuente ahora en Maldonado? 
El hurto en todas sus modalidades es el delito que prima en Maldonado. Más o menos el 30% de esos hurtos son motos. Ya sea en la vía pública, estacionadas en las partes frontales de las casas, por ejemplo. O cuando quedan a la calle. Es muy común en Maldonado las casas con un pequeño jardín al frente, saltan los muros y se la llevan. 

¿Y respecto al robo de casas, teniendo en cuenta la temporada?
Está en números similares a los de años anteriores. 

¿Cuánto contribuyeron las cámaras de videovigilancia para combatir ese delito?
Han sido fundamentales para actuar mientras se están cometiendo los delitos. Desde que las cámaras se pusieron operativas por fines de 2017 año a año ha ido creciendo el número de procedimientos y de personas puestas a disposición de la Justicia con el uso de las cámaras.

De acuerdo a los datos proporcionados por Pioli a El Observador, entre el primero de marzo y el 29 de diciembre de 2020, se registró en Maldonado un descenso de 27% de todos los delitos, en comparación a igual período del año anterior.

Los homicidios bajaron 14% –de 21 asesinatos, se pasó a 18–, los hurtos 26% –8.249 contra 6.103 de este año– y las rapiñas disminuyeron 47% –se registraron 262 denuncias de este delito, cuando en 2019 hubo 499–.

El exjefe de Policía de Maldonado Erode Ruiz dijo en 2017 en una entrevista con El Observador que con el ingreso de extranjeros también llegaban delincuentes. 
Sí, exacto. Siempre. Punta del Este ha tenido delincuentes desde estafadores rusos, que vinieron a Enjoy a hacer una maniobra, y terminaron a disposición de la Justicia. Han venido clonadores de tarjetas brasileños que utilizaban contactos locales para conseguir información de los plásticos; hemos tenido ladronas de restaurantes y de carteras en los restaurantes de nacionalidad chilena; los ladrones de cajeros automáticos que eran chilenos más que nada los que operaron acá. Hemos tenido narcotraficantes yugoslavos, de todo... A Punta del Este vienen delincuentes de todo el mundo. Bandas de colombianos que robaban tiendas, que se sentaban en los restaurantes y ante algún descuido de gente con cartera colgando, se la llevaban. Tuvimos hasta a un argentino que se tomaba un avión en Aeroparque, bajaba en Laguna del Sauce, robaba en la zona de Solanas y se tomaba el vuelo siguiente y se iba. Tuvimos una banda de copadores de Córdoba, y a la banda de los mexicanos que habían hecho estragos en América Central y cayeron acá en Punta del Este.

Y este año no.
No hay nada de eso. Pero muchos delincuentes, por la política migratoria que tiene Uruguay, que no expulsa a nadie, después de que cumplen la pena, tanto colombianos, como chilenos o argentinos, se quedan a vivir acá porque desarrollaron vínculos con delincuentes locales a través de las visitas, empezaron a conocer familiares, se vinculan y terminan viviendo en Uruguay. Dominicano tenemos a un delincuente que vive en Maldonado. 

¿Por qué creen que se quedan a vivir acá? ¿Para seguir vinculados al delito?
Nosotros no hacemos un seguimiento. Primero, legalmente no corresponde y, segundo, tomamos intervención con esas personas cuando infringen la ley, solamente. No estamos pendientes de lo que hace todo el mundo.

¿Dónde está el principal desafío de Maldonado? Decía que hay extranjeros y también bandas organizadas. 
No les llamaría bandas, sino grupos. Hay grupos familiares. 

¿Cómo en San Carlos?
Por ejemplo. O acá mismo en Maldonado, Maldonado Nuevo, Cerro Pelado, Piriápolis... Hay grupos familiares que pueden ser hermanos, primos o casados con una hermana... Después tienen sus amistades, en fin. 

Y sobre los delitos de cuello blanco, muchas veces vinculados al lavado de dinero, ¿qué análisis hace? 
Eso está muy vinculado a las investigaciones por narcotráfico. Acá en Maldonado hay muchas operaciones en curso que obviamente no vamos a dar detalles. Algunas de esas operaciones han implicado decomisos de bienes, algunos inmuebles, y se viene trabajando en esa línea. 

¿Hubo más procedimientos por narcotráfico este año?
Sí. Claro. Por ejemplo, en Maldonado el año pasado se formalizaron 110 personas por procedimientos exclusivos de la brigada departamental antidrogas. Y en 2019 se habían formalizado 32.

¿Y ese cambio a qué cree que se debió? 
A que le dimos más medios a la brigada. Le dedicamos más atención y hemos ido logrando una coordinación cada vez mejor con los fiscales. Y en San Carlos, en 2020 se formalizaron 32 personas, contra 12 del 2019. Y tenemos una baja generalizada de los principales delitos: homicidios, hurtos y rapiñas, que fueron los números que manejó el ministro. El homicidio en San Carlos, contando desde marzo, bajó 33%, en comparación con el mismo período de 2019. El hurto bajó 18% y la rapiña 68%, todo en San Carlos.

Según los datos de la Jefatura, además del aumento en las imputaciones también creció la cantidad de droga incautada. 

La cocaína confiscada en Maldonado creció casi un 500% de un año a otro: mientras entre marzo y diciembre de 2019 se había confiscado 1,244 kilos de esta droga, en el mismo período de 2020 se incautaron 6,200 kilos.

El aumento en la incautación de la marihuana fue aún más importante. Creció por 10. En el período analizado de 2019, se confiscaron 2,466 kilos, y en 2020 se confiscaron 20,503 kilos.

Y específicamente en San Carlos, al crecimiento del 22.200% de la cocaína confiscada  entre ambos períodos debe agregarse que una brecha similar se dio en la confiscación de mariguana, que pasó de 8,546 kilos en 2019 a 170 kilos en 2020 (1.989%).

Consultado sobre los motivos del incremento, Pioli respondió:"Se mejoró la operativa con el Pado propio de San Carlos y la coordinación con la Fiscalía de San Carlos y la Brigada Departamental, además del trabajo de los Investigadores de esa zona".

¿Cómo encontró a la Jefatura cuando asumió?
Algunas dificultades que nos encontramos son un dato de la realidad. Nosotros tenemos normalmente un 30% de la flota fuera de servicio. Es una flota vieja. El promedio de edad de los vehículos en general, cuatro y dos ruedas, es de seis años. Tenemos autos más nuevos pero otros más viejos que hacen levantar ese promedio. Por ejemplo, ahora tenemos las Toyota estas de la Seguridad Rural que están flamantes pero estamos usando todavía Chevrolet Corsa, que no se fabrica más. Y después tenemos un promedio de kilometraje de 90.000 kilómetros. Es un disparate. Tenemos una flota desgastada, demasiadas marcas, lo que implica una complicación logística al momento de acceder a los repuestos.

¿Esto es una situación similar que se da en otras jefaturas?
Es un problema generalizado. Es lo que heredó el Ministerio. Es un problema que viene de hace... Te estoy diciendo que el promedio de edad de la flota es de seis años.

¿Y cada cuánto debería renovarse la flota?
Cada dos años. Hace muchos años se había logrado eso, que se cambiaran cada dos años.

¿Cuándo fue eso?
Y en la década del 90'. Pero antes, cuando entré a la policía, había dos o tres marcas. Después, con el tiempo, se fueron comprando otras. Y eso complica, porque a veces estamos comprando cuatro o cinco tipos de batería, o de cubiertas. Y es una realidad. Más de la mitad del presupuesto de gastos en funcionamiento de la Jefatura se lo lleva en reparar esos vehículos. Imaginate lo que es: de 100 vehículos, 30 están entrando o saliendo del taller. Para una flota policial, es un disparate. 

¿Qué destacamentos comisarías ha abierto o reabierto?
Eso también es parte de la nueva estrategia. Tenemos planificado abrir una subcomisaría en el balneario Buenos Aires. Eso es una zona que ha tenido un crecimiento demográfico muy importante, una zona que tiene problemas de asentamientos irregulares y ahí no había una presencia policial fija. En la estrategia anterior se apostaba al desplazamiento, pero nosotros no teníamos los medios necesarios para poder cubrir eficazmente esa zona. Abrimos también el destacamento de la seguridad rural en la ruta 39, en Las Cañas, que se había cerrado. Reabrimos Gregorio Aznarez, que también se había cerrado. Estamos abriendo en estos días Los Talas, la unidad policial más al norte del departamento. En el destacamento de Cerro Pelado vamos a instalar la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y Género de Maldonado, que hoy está superada ediliciamente en el local que está. Reabrimos el destacamento Izcuá, cerca del límite con Rocha por la ruta 9. 

Sobre la actuación de los patrullajes preventivos del Centro Coordinador de Emergencia Departamentales (Cecoed), ¿tiene un balance personal de los operativos de prevención? 
Desde que empezamos a trabajar en coordinación con el Cecoed en la aplicación de la normativa que reguló el uso de los espacios públicos o privados de uso público hemos hecho 61 intervenciones al día de hoy (7 de enero). Eso es un espacio de trabajo muy productivo. Ahí coordinamos acciones diversos organismos. 

¿Qué nivel de acatamiento encontró en la gente de Maldonado? 
Bueno, salvo la excepcionalidad de Fin de Año. La conducta de la gente necesariamente tiene que cambiar para poder cuidarnos entre todos. 

¿Hubo algún mensaje de su parte para que no hubiera ningún incidente polémico en los procedimientos de exhortación o que no hubiera desbordes en la represión?
No. Hay un marco normativo que regula el accionar de la Policía. Lo cumplimos, los policías están entrenados en el uso de todo el equipamiento disponible. Llámese escopetas con munición no letal y están instruidos, saben cómo usarlas, los procedimientos se evalúan continuamente y cuando se cometen errores está Fiscalía siempre atrás diciéndonos si nos equivocamos y si amerita alguna sanción o si administrativamente hay que tomar alguna medida. Pero nosotros confiamos plenamente en nuestros oficiales y en nuestros policías que están capacitados. Tienen el criterio suficiente para evaluar un uso progresivo y racional de la fuerza y una vez que la oposición cesa, cesar el uso de la fuerza.

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