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Que Justin Bieber no tuvo una infancia fácil lo podemos adivinar sin saber mucho de su vida. Nada más imaginen las turbulencias de la preadolescencia, y a eso súmenle los millones de dólares y ojos que el cantante canadiense tuvo encima a la edad de 13 años. Obviamente, hay que ser una persona más que estable y tener un entorno absolutamente depurado para que el combo no se convierta en un espiral de tentaciones y peligros, y justamente eso es lo que, con poca información, podíamos adivinar sobre Bieber.
Sabemos que no la pasó tan bien, porque de hecho lo ha dejado claro en más de una ocasión. Pero el ahora joven de 25 años se abrió nuevamente en un documental sobre su vida producido por YouTube y titulado Justin Bieber: Seasons. Contó que probó todo lo que tenía para probar y que la cosa, en términos claros, se puso fea.
"La primera vez que fumé porro fue en mi patio y quedé superdrogado”, empieza a contar Bieber. “Me di cuenta de que me gustaba mucho. Ahí fue que comenzó mi deseo de fumar porro, y empecé a fumar porro cada tanto. Era una vía de escape para mí. (...) Empecé a depender realmente de eso y me di cuenta de que tenía que parar. No creo que sea malo, es solo que me creó una dependencia y eso no era bueno", dice, a lo que luego agrega el resto de las cosas que empezó a consumir en exceso durante su ascendente carrera y que fueron bastante más dañinas que la marihuana que se fumaba en el patio: MDMA, hongos alucinógenos, alcohol y mucho jarabe para la tos, que tiene altas dósis de codeína, entre otras cosas.
Ver esta publicación en Instagram Ep 2. Out now. The legend @ryangood24 #JustinBieberSeasonsUna publicación compartida de Justin Bieber (@justinbieber) el 29 Ene, 2020 a las 10:14 PST
Ep 2. Out now. The legend @ryangood24 #JustinBieberSeasons
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“Me estaba muriendo. La gente no sabe lo serio que se puso eso", explica, y luego recuerda que su equipo tenía que chequear su pulso cada mañana para saber si seguía vivo o no. En esa época Bieber empezó a sufrir problemas de depresión severos, y debió internarse para superar sus adicciones y sus etapas más oscuras. Hace poco lo contó de manera más extensa en un reportaje de la revista Vogue, en donde también confesó su adicción al sexo.
Según relata en el documental, desde hace un tiempo Bieber tiene en su casa una cámara de oxígeno que utiliza para un tratamiento hiperbárico, además de vivir sometido a un régimen de nicotinamida adenina dinucleótido (NAD) que le ayuda a eliminar paulatinamente todas las sustancias tóxicas que se acumularon durante años en su organismo.
“Para las personas que solían tener un problema de drogas, cuando se ponen sobrios, los centros de placer de su cerebro no funcionan igual. Entonces, lo que hace NAD es ayudar a reparar esa parte del cerebro y reparar los centros de placer para equilibrarlos”, contó.
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