La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños pidió poner fin al bloqueo contra Cuba

Se trata de los ejes principales de declaración consensuada tras las cuatro horas de deliberaciones que mantuvieron los ministros y ministras de Relaciones Exteriores en el marco de la cumbre regional que se desarrolló en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, documento en que destaca el diálogo político en la “diversidad” como el “único mecanismo de concertación” de una "agenda común de bienestar, paz y seguridad para los pueblos" para de América Latina y el Caribe.

Los responsables de la política exterior de los países de Latinoamérica y el Caribe enfatizaron que la región es "una zona de paz" y "libre de armas nucleares" que "propugna la solución pacífica de las controversias" en procura de "desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza".

Los cancilleres, además, expresaron que la agenda de la Celac "apuesta tanto a la concertación política como a la efectiva superación de la pobreza y las desigualdades en la región a través de la integración social, económica, productiva, cultural y ambiental".

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Por otra parte, el texto propone sin fecha firme una reunión de ministros de Economía y Finanzas para "diseñar una agenda común" con la finalidad de "responder a la actual crisis económica mundial", caracterizada por las consecuencias de la pandemia, las crecientes tensiones geopolíticas a nivel global producto de la guerra en Ucrania y la rivalidad entre China y Estados Unidos.

En otro de sus puntos destacados, la declaración enfatiza la importancia de avanzar en políticas públicas de salud pública para abordar el problema mundial del tráfico y consumo de drogas, al tiempo que expresa la preocupación por los impactos del cambio climático. Con relación a este último tema, los cancilleres reiteraron la necesidad de fortalecer el Fondo de Adaptación Climática y Respuesta Integral a Desastres Naturales de la Celac.

Los funcionarios también acordaron evaluar proyectos de interconexión eléctrica regional, al tiempo que, en materia económica, reiteraron la preocupación de los gobiernos por las dificultades que enfrentan los países de renta media, actualmente "excluidos de los flujos de financiamiento para el desarrollo" que manejan las agencias multilaterales.

Los ministros también renovaron el compromiso con la "consolidación de la democracia, el respeto de los derechos humanos y la defensa de la soberanía", además de reiterar el llamado de la Asamblea General de la ONU a "poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba”, que "además de ser contrario al derecho internacional, causa graves daños al bienestar del pueblo cubano", destaca el texto.

En este punto, el documento ratifica el "rechazo" a las sanciones económicas unilaterales que afectan a los países de la región y reclama la "exclusión" de Cuba del listado confeccionada por el gobierno de Estados Unidos sobre países que "supuestamente patrocinan el terrorismo internacional".

En un claro mensaje de apoyo al multilateralismo, el texto elogia la "profundización" del diálogo político y comercial desarrollado por los países de la Celac con socios extrarregionales, entre los que mencionan a la Unión Europea, China, India, la Unión Africana y la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental; al tiempo que ratifica a la Celac como un portavoz de América Latina y el Caribe ante la comunidad internacional.

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El documento también incluye el “más firme respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes". En este orden expresa el "permanente interés" de los países de la región en que los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido reanuden las negociaciones en la ONU  para "encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica y definitiva a dicha disputa".

La Celac, además, resaltó la importancia de la reactivación del diálogo con la Unión Europea que permitirá, según anticipa el documento, "relanzar el intercambio entre ambos bloques y recuperar los espacios birregionales de cooperación al más alto nivel con el fin de profundizar su asociación estratégica".

La reunión celebrada también albergó la III Cumbre de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con sus pares de la Unión Europea (UE), cuya representación estuvo a cargo del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien habló sobre la necesidad de "relanzar la asociación entre la UE y América Latina y el Caribe".

En este sentido, Borrell afirmó que “primero hay que trabajar el nivel político de la relación” y, como segundo paso, propuso "desbloquear acuerdos comerciales que llevan demasiado tiempo en negociación, o modernizarlos", entre ellos el que vienen discutiendo desde hace muchos años la UE y el Mercosur, acuerdo que, sin embargo, no ha entrado en vigencia porque no cuenta con el apoyo de las legislaturas de los países firmantes, entre ellos varios europeos que se resisten a conceder mayores cuotas de mercado a los productos agropecuarios.