En la mañana de este jueves, estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (IPA) y de Magisterio ocuparon la sede del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Si bien alrededor de las 11:40 fueron desalojados, el camino para llegar a ese punto se vio entorpecido por un hecho particular que provocó las burlas de los estudiantes.
El consejero Juan Gabito firmó el pedido de desalojo, pero como el lugar donde trabaja estaba justamente ocupado, debió improvisar con un papel de cuaderno donde escribió a mano.
Cuando el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González, les presentó el documento a los estudiantes que ocupaban, ellos se rieron.
"Nos tienen que traer algún papel decente", dijo uno. "Más allá de la burla...", empezó González, pero fue interrumpido.
"Ustedes nos están tomando el pelo", le dijo el estudiante.
"Con la plata que tienen pueden imprimir en cualquier lugar. Esto es una vergüenza. Nos piden formalidad a nosotros y esto no es formal", expresó el joven.
Otro dijo que más allá de que la sede del Codicen estuviera tomada, le costaba creer que no hubiera una "oficina pública cerca" para presentar un documento más formal.
"Primero lo vamos a discutir", le dijo a González y a la comisaria que lo acompañaba. "Danos un segundo. No somos una organización unipersonal, yo no tengo el poder resolutivo sobre temas así. Vamos a discutir un minuto ya que las condiciones en las que se nos está presentando el documento son, primero, distintas a lo que vienen siendo y, segundo, precarias", explicó.
El estudiante señaló que tampoco estaba sellado el texto. "El sello está acá dentro", le respondió el jerarca del Ministerio del Interior, en referencia al edificio ocupado.
"Alguien lo tiene que recibir", repetía la comisaria.
"El acta de desalojo se va a hacer formalmente con el desalojo", dijo González.
Otra estudiante intervino y dijo que para desalojarlos, según un decreto, debía ir el Ministerio de Trabajo.
"No. Ustedes son estudiantes, no trabajadores", respondió el director de Convivencia. "Bueno, en los próximos quince minutos hay que desalojar", advirtió.
Los ocupantes volvieron al edificio.
Luego, uno de ellos abrió la puerta y recibió el papel de manos de la comisaria. Minutos más tarde, con cánticos y palmas, los estudiantes marcharon fuera del edificio en Avenida Libertador.
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