La ética es protagonista en el tramo final de la campaña en Colonia

La fiscalía lo investigó, pero la indagatoria se archivó a tiempo –apenas unas horas antes– para ser proclamado el 4 de febrero como candidato a la reelección, y aspirar a una marca histórica en el departamento, y que pocos han alcanzado en el país: acceder al sillón municipal por cuarta vez.

Carlos Moreira gobernó Colonia –departamento que dominan los blancos desde hace 60 años– entre 1995 y 2005, y fue el intendente del último período. Y ahora, aunque el blanco le lleva cierta ventaja al Frente Amplio en las urnas y el episodio de los audios es un capítulo que él considera superado, las consecuencias de esa polémica quedaron en la memoria del electorado coloniense, como lo determinó el último informe de Opción Consultores, difundido el 7 de setiembre. 

La medición mostró que los nacionalistas aventajan a la coalición de izquierda por seis puntos, cuando en las elecciones de 2015 los blancos se impusieron con un 54%, contra un 37% del Frente Amplio. “Nuestros datos han marcado consistentemente que la reelección de Carlos Moreira no está asegurada, más allá que es el escenario más factible”, dice ese informe, pese a que añade que sería “una sorpresa histórica” si la oposición logra desplazar al nacionalismo en las elecciones del domingo 27.

Con ese panorama, los candidatos del Frente Amplio mantienen cierto optimismo en la última semana de campaña, y se aferran incluso a una encuesta interna que marca una diferencia de “entre un punto y medio y dos”, según dijo a El Observador uno de los dos candidatos de la coalición de izquierda, Ariel Beltrán.

El otro candidato frenteamplista, Jorge Mota, deposita sus esperanzas en la decisión final de los votantes en el cuarto secreto, en donde se anulará, según cree, la “mucha presión de parte del clientelismo instalado en el departamento, como un flagelo histórico” de Colonia.

A criterio de Beltrán, ese “flagelo” del que Moreira es exponente, es algo que puede percibirse “en la calle”.  

“Antes este era un gobierno comprometido con la gente, y en los vehículos era común ver pegotines del Partido Nacional. Eso ya no se da tanto”, sostuvo. Para este candidato, además, tanto la causa judicial como el dictamen de la Jutep de febrero –que definió que Moreira violó “los principios de interés público, probidad, legalidad imparcialidad”–, llevó a la ciudadanía a “una reflexión acerca de que la ética es importante y no todos los políticos son iguales”.

Mota coincide con su competidor interno, pero tiene otra mirada acerca de la incidencia de la ética a la hora de votar. “Acá, lamentablemente, el cambio de favores por beneficios y cargos está naturalizado”, dijo. 

En las rutas de Colonia hay un cartel de Moreira que lleva la leyenda: “El hombre de las mil gauchadas”. “Eso es porque no se ve como algo malo, y son valores que hay que cambiar”, agregó.

En lo que queda de esta semana, aquí también el Frente Amplio recurrirá a la estrategia del “voto a voto” a la que apeló Daniel Martínez de cara al balotaje, y que Beltrán llamó “puerta a puerta”. El objetivo será explicar el “programa de gobierno” e insistir en las críticas de Moreira.

El exintendente no atendió a las innumerables llamadas de El Observador.