La venganza de los utileros fue creada en 2009 para participar en la movida Murga Joven, ámbito en el que actuó hasta 2014. En 2015, curiosamente, no lo hizo porque uno de los integrantes olvidó hacer la inscripción del grupo a tiempo.
Eso, a su modo, fue un punto de inflexión. Para 2016 decidió pegar el salto al carnaval mayor; participó en la prueba de admisión, que superó sin dificultades, y entonces pudo competir en el concurso de agrupaciones del Teatro de Verano.
La venganza de los utileros proyectó hacer 30 tablados y hará alrededor de 50.
Fue una de las 19 murgas que participaron en las ruedas iniciales, pero no clasificó entre las 10 que miden fuerzas en la liguilla. No obstante, el nivel de su show sorprendió. Para muchos, fue la gran revelación y algunos entienden que si bien en algunos rubros dieron ventajas, igual debía estar entre las 10 mejores.
La murga fue creada por un grupo de amigos de los barrios Pérez Castellanos y Porvenir, la mayoría por entonces utileros de otras murgas, ilusionados con la posibilidad de algún día pasar al otro lado de los bastidores.
"Salió la idea, surgió ponerle 'La venganza de los utileros' y quedó", recordó Franco y admitió entre risas que "el primer espectáculo eran solo palos para los murguistas". En el espectáculo actual hay varias alusiones al valor del utilero y en la escenografía hay decenas de perchas colgadas.
Si bien el reglamento establece que al competir en el Ramón Collazo suben 17 murguistas, el grupo está compuesto por 19 que rotan. La inversión en el espectáculo fue mucho menor a la de las murgas de mayor trayectoria y tal vez la menor de todas, por lo que se logró cubrirla.
La aceptación de La venganza de los utileros ha sido tal que, incluso eliminada del concurso, sigue siendo contratada. "Pensábamos hacer 30 tablados, pero vamos en 40 y quedan unos días de actividad", dijo. Harán más de 50.
También fue una buena mano la que dieron los cuatro patrocinadores, que lejos están de ser empresas de elite que esponsorean al carnaval y que también ilustran lo que es el proyecto, explica Franco; "Nos apoyó gente del barrio: bar Alonso, sanitaria Ramalir, cascos Nenki y farmacia El Cairo.
Sobre el por qué del éxito del espectáculo, respondió que "intentamos tocar temas de actualidad como lo de Uber, lo de Ancap o el tema de la educación pero desde un punto de vista diferente. Miramos a todas las murgas y de todos los estilos se aprende. Me gustan cosas de La Mojigata y también de Los Saltimbanquis, pero nos han dicho que ya tenemos un sello propio y eso está buenísimo".
Lejos están los integrantes de esta murga de dedicarse solo a la actividad carnavalera. "¡Ojalá!", dijo Franco. "Hay algún obrero de la construcción, uno trabaja en la Médica Uruguaya, otro en el Banco de Seguros del Estado... hay de todo, pero 'ni cerca' de poder vivir de la murga".
En los planes está, si surge la oportunidad, presentar el espectáculo fuera de temporada en algún teatro, al igual que ponerse a trabajar de cara a la prueba de admisión para el carnaval de 2017.
"Estamos locos de la vida. Murguistas de conjuntos grandes en los tablados nos felicitaron, fue genial", comentó Franco, quien sonrie al pensar que la "venganza" se concretó: los utileros se treparon al tablado, gustaron y no se bajan más.
Hoy, jueves 25, La venganza de los utileros actuará a las 21 en el Velódromo Municipal y a las 21:50 en el Monumental de la Costa (Geant).
El lunes pasado, luego de más de un año, Aristophanes y Zíngaros volvieron a actuar en un mismo tablado en la misma noche; sucedió en la Rural del Prado.
Al inicio del carnaval de 2015 Ariel Sosa, director de Zíngaros, solicitó no ser contratado en los tablados en los que se programara la presencia de Aristophanes.
Esto fue contemplado y hubo un perjuicio económico para Aristophanes, que perdió varios contratos el año pasado y este, cuando la adversidad se sostuvo en el mayor tramo del carnaval.
Un integrante de Aristophanes confirmó a El Observador que Sosa comunicó hace algunos días a la mesa de contrataciones que su solicitud quedaba sin efecto.
La actitud de Sosa –según argumentó a El Observador– fue en respuesta a que Aristophanes ironizaba sobre la elevada inversión que Zíngaros efectúa para montar sus espectáculos. El año pasado, en cierto momento de su actuación, los integrantes de Aristophanes quedaban vestidos solamente con calzoncillos.
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