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La inflación sin cambios se mantuvo en 7,8% anual a setiembre
La inflación se mantuvo sin cambios en setiembre, en la medida que el tipo de cambio subió a una tasa más baja que el año pasado, la economía doméstica moderó su empuje sobre los precios, pero los alimentos sin procesar ganaron más peso en el costo de vida.
Los precios al consumo subieron 0,52% durante el mes de setiembre. De esa manera, el registro de inflación interanual se ubicó en 7,78%, prácticamente sin cambios respecto a la variación de 7,76% en los 12 meses finalizados en agosto.
Los niveles actuales de inflación se encuentran por encima del rango objetivo trazado por las autoridades, de entre 3% y 7% interanual. El objetivo oficial se mantiene incumplido desde abril del año pasado, cuando la inflación se ubicó en 6,49%. En julio de 2017 alcanzó un mínimo de 5,24% en la medida que el estancamiento del tipo de cambio propició una fuerte moderación del aumento de los precios.
En setiembre, tanto el componente externo como interno de la inflación moderaron su impacto en la suba de precios.
Los bienes transables –aquellos que se importan o que compiten con productos del exterior– pasaron de aumentar 6,5% en los 12 meses finalizados en agosto, a 6,1% en la última medición. Eso se debió a que el dólar pasó de subir a una tasa interanual de 14,8% –promedio mensual– a 11,6% en ese mismo período.
La suba del dólar afecta los precios de los bienes y servicios importados. Sin embargo, esa suba se ve moderada por la evolución de las monedas regionales, en particular el peso argentino, que aun teniendo en cuenta la acelerada inflación del vecino país, se depreció significativamente. Eso llevó a un abaratamiento de los productos provenientes de Argentina.
Por su parte, el componente doméstico de la inflación pasó de subir a una tasa interanual de 8,5% en los 12 meses finalizados en agosto, a 8,23% en la última medición. Los bienes y servicios no transables son aquellos que se producen en el mercado local únicamente para el mercado doméstico y no compiten con productos del exterior.
La moderación del consumo doméstico y el menor crecimiento de la masa salarial reducen levemente las presiones sobre el nivel de precios, aunque todavía se trata de uno de los componentes más pujantes de la inflación.
El comportamiento favorable de estos dos rubros se vio compensado negativamente por un fuerte impulso de los alimentos no elaborados, que subían en agosto a una tasa interanual de 8,9% y en setiembre alcanzaron un incremento de 11,1% en 12 meses.
