Instagram alcanzó la fama y fortuna como aplicación móvil. El hecho de que fuera accesible solo para aquellos que la habían descargado en sus teléfonos era sin duda lo que permitió a sus usuarios principalmente jóvenes sentir a la comunidad como propia. Todo el mundo sabe que mamá y papá solo saben cómo utilizar internet en sus computadoras.
Desde que se convirtió en parte de la familia de Facebook, la
startup "solo para móviles" superó esa limitación. El año pasado lanzó "páginas de fotos" y luego
perfiles en la web. Esta semana anunció que finalmente
ofrecerá acceso al feed de fotos también a través de una página web. Eso significa que ahora se puede hacer en
Instagram.com casi todo lo que se puede hacer en la aplicación móvil, excepto tomar o cargar una foto, claro.
Eso y los filtros son algunos de los pocos distintivos que quedan entre las funciones disponibles en Instagram y aquellas ofrecidas a través de Facebook, que lanzó su propia aplicación móvil de fotos el año pasado. Facebook se está convirtiendo rápidamente en una
compañía para móviles, con más usuarios llegando a través de dispositivos móviles que
a través de la web.
La colonización de la web por parte de Instagram debería reforzar su ascenso al estatus dominante. Pero, a medida que continúa la convergencia entre la
startup que supo ser tendencia con su casa matriz, los usuarios –especialmente los jóvenes e imprudentes– pueden empezar a cuestionar su razón de ser.
Hacia el objetivo
Ante la desilusión que estaba provocando Facebook por su cotización en bolsa, Mark Zuckerberg dijo en setiembre del año pasado: "Ahora somos una empresa móvil”, entrevistado en el escenario durante la conferencia
TechCrunch Disrupt. “En los próximos tres a cinco años creo que la principal pregunta en la mente de todos, que determinará nuestro desempeño en ese período, es realmente cómo nos va en el área móvil”. Por ahora, vienen bien encaminados.