Hace una semana, mientras se desataba la mayor crisis política de este gobierno tras conocerse los audios de la exvicecanciller Carolina Ache, el presidente Luis Lacalle Pou participaba de la primera cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas (APEP) en Estados Unidos, en lo que parecía ser un tranquilo fin de semana largo más.
De este foro, que por obvias razones pasó prácticamente por debajo del radar en Uruguay, te propongo hablar en esta nueva entrega de “En Suma”.
Cuando el norte mira al sur
La APEP está integrada por diez países latinoamericanos, Canadá y su anfitrión Estados Unidos; procura ser una plataforma para consolidar el crecimiento sostenible de la región, atendiendo sus principales desafíos: infraestructura, desempleo, medioambiente y actualización tecnológica, de acuerdo con la declaración oficial.
“He recuperado el optimismo en nuestra relación con Estados Unidos. Capaz nos quejamos un poco de más, pero estábamos un poco dejados de lado”, dijo Lacalle Pou en Estados Unidos durante un panel de jefes de Estado sobre inversión responsable.
Una semana después de la primera cumbre en Washington, el subsecretario de Estado para Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de los Estados Unidos, José Fernández, vistió Uruguay en el marco de una gira de seguimiento de la APEP, que incluyó a Chile y Paraguay.
En un paréntesis de su agenda se reunió con periodistas en un café de la Ciudad Vieja. Naturalmente una de las primeras preguntas apuntó a la posibilidad de impulsar acuerdos comerciales porque Uruguay, Ecuador y Barbados son los únicos tres países de la APEP que hoy no tienen tratados con Estados Unidos. “En estos momentos nosotros no vamos a promover acuerdos de libre comercio”, dijo Fernández y recordó que, sin embargo, se trabaja con Uruguay para mejorar las condiciones del Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversiones (TIFA), firmado en 2007.
El subsecretario hizo énfasis en que aún con ocho acuerdos vigentes en la región, América Latina creció en los últimos diez años apenas un 1%, registrando un peor desempeño que en la década perdida de los años 80. “No se trata ya del libre comercio sino de cuidar las condiciones que permiten que países de la región puedan progresar y que los ciudadanos vean los beneficios del comercio internacional en la educación, la infraestructura, la seguridad”, agregó.
La oportuna mirada de Estados Unidos a los países de la región es por muchos calificada como impuntual ante el avance de China en los últimos años, que recaló hace década y media con fuertes inversiones y demanda de bienes y servicios. Al igual que la Unión Europea, la principal economía del mundo vuelve su mirada a quienes consideran sus socios naturales por coincidencias políticas y culturales, amén de la relativa cercanía geográfica.
Pero para Fernández no hay dicotomías. “No se trata de pedirle a los países que escojan”, dijo. “Tenemos una relación con Uruguay que remonta a siglos, que no comenzó ayer ni hace diez años”, aseguró. “No se trata de escoger, se trata de participar”, insistió.
Uruguay, ¿qué tiene para ofrecer?
En Uruguay hay casi 200 empresas de origen estadounidense que emplean a unas 25.000 personas en total. Por su parte, Estados Unidos se ubica entre los principales cinco clientes comerciales de nuestro país: en 2022 exportamos 783 millones de dólares e importamos 655 millones de dólares. La carne bovina congelada es el producto más vendido -con una participación de 35,6% del total- seguido de lejos por soda, madera contrachapada y grasas animales, de acuerdo con datos de Uruguay XXI.
Pero en el marco de la APEP, Uruguay es considerado un laboratorio en asuntos energéticos que otros países podrían tomar como ejemplo. Fernández destacó el desarrollo de las energías renovables y la transición enfocada en el hidrógeno verde, que podría atraer inversiones de empresas limpias. “Todos los países están en una carrera para ver quien se beneficia más y más rápido y no hay país mejor posicionado que un país donde ya el 95% (de la matriz energética) es renovable”, dijo.
La tecnología es otro pilar, teniendo en cuenta el nivel de desarrollo de software y la instalación de empresas como Microsoft y Google en Uruguay. En este sentido destacó como una ventaja “el nivel de educación alto y una clase media importante”, lo que representa “una oportunidad de promover las industrias del futuro”.
Atajar la próxima pandemia
Uruguay será sede el próximo 6 y 7 de diciembre de un encuentro de ministros de Economía y Salud de 18 países de la región que buscan prepararse para la próxima pandemia. “No sabemos cuándo viene, pero sabemos que desgraciadamente vendrá”, dijo el subsecretario de Estado para Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de Estados Unidos, José Fernández.
El grupo funciona en el marco del “Diálogo Económico y de Salud de las Américas” (EHA, por sus siglas en inglés), que trabajará sobre cuatro pilares: determinar qué políticas funcionaron y cuáles no ante el COVID-19, evaluar los apoyos económicos otorgados a las personas desempleadas, la corrupción en la compra de medicinas en plena crisis, y las cadenas de suministros para los medicamentos.
“Todos aprendimos y pagamos con mucha tragedia los estragos de la pandemia. América Latina, que representa el 8% de la población, tuvo el 30% de las muertes”, dijo el subsecretario.
Tras la reunión de diciembre está previsto un nuevo encuentro en marzo donde se abordarán las conclusiones para bajar a tierra las medidas porque, en palabras de Fernández, “nadie se beneficia con planes que no se implementan”.