El canciller Ernesto Talvi llamó la semana pasada al exministro de Relaciones Exteriores, Sergio Abreu, para preguntarle si aceptaría ser el próximo embajador uruguayo en Buenos Aires, algo que el actual senador aceptó. Sin embargo el presidente Luis Lacalle Pou descartó esa posibilidad, según aseguraron a El Observador fuentes de Presidencia.
Talvi se reunió este martes con Lacalle y le llevó un “número bastante significativo” de embajadores para definir, según declaró el canciller a la salida de la reunión.
Uno de los nombres que está acordado impulsar es el del embajador Guillermo Valles, con destino a Brasil.
Pero Argentina se vuelve un destino muy importante, porque la relación entre los dos nuevos gobiernos empezó un tanto torcida. El presidente de ese país, Alberto Fernández, no viajó a la toma de mando de Lacalle Pou. Y en enero, ambos presidentes tuvieron una fricción luego que El Observador informara de los planes del presidente uruguayo para intentar radicar a argentinos de alto nivel adquisitivo.
Según una de las fuentes de Presidencia, Lacalle ya tiene decidido quién será el embajador en Buenos Aires. Luego de tener un nombre definido, los gobiernos esperan en muchos casos tener el beneplácito del país de destino antes de anunciar públicamente el nombre.
En la conferencia de prensa del martes luego del encuentro con Lacalle, Talvi señaló que el gobierno ya tiene los nombres de los embajadores para Argentina, Brasil y Estados Unidos. "Vamos a presentar todo en conjunto junto con otras designaciones importantes", dijo el canciller.
Para las direcciones de la cancillería Talvi eligió a todos funcionarios del cuerpo diplomático. No hay ningún cargo político en sus direcciones. Para las embajadas, el criterio será el mismo pero habrá excepciones. El gobierno pretende reservarse algunos lugares para embajadores políticos. Mientras estaban en la oposición, los partidos que integran la coalición multicolor criticaron al Frente Amplio por usar demasiados cargos políticos para embajadas y direcciones de la cancillería. Durante el gobierno de José Mujica, el tope era 12 embajadores políticos pero esa administración, que tenía la cancillería a cargo de Luis Almagro, estiró esa cuota al crear el cargo de "embajadores itinerantes".
Otra de las "designaciones importantes" pendientes que tienen relación con la cancillería aunque no necesariamente una vínculo institucional directo, es Uruguay XXI. Se trata de una organismo público no estatal. Para el perfil que Talvi pretende darle a su gestión, esa organización puede resultar muy importante.
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