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Lacalle interviene por segunda vez la gestión de Bustillo por errores de posicionamiento
La marcha atrás en la postura uruguaya en la OEA hacia el avance ruso en Ucrania supone la segunda vez que el presidente Luis Lacalle Pou interviene la gestión de su canciller Francisco Bustillo tras adoptar posturas contrarias a la política exterior que pretende la Torre Ejecutiva. La desautorización de Presidencia al Ministerio de Relaciones Exteriores ya había acontecido un año y medio atrás cuando un "error circunstancial" devino en el descabezamiento de un jerarca.
Lacalle Pou ordenó este fin de semana a Bustillo que adhiera a la declaración de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que condenó la invasión “ilegal, injustificada y no provocada” de Rusia a Ucrania. Uruguay había quedado el pasado viernes como uno de los 10 países –dentro de 34– que no acompañaron la afirmación de rechazo.
Cancillería había instruido al embajador ante la OEA, Washington Abdala, que no sumara el apoyo a la declaración con el argumento de que ni Argentina ni Brasil apoyarían la iniciativa. Con la intervención de Torre Ejecutiva, el gobierno encomendó ahora a Abdala que inicie las gestiones para rectificar la posición uruguaya.
Según supo El Observador, el presidente jugó un rol fundamental en estas horas para que Uruguay modificara su postura.
La instrucción que recibió Abdala vino directamente del canciller, a través de una jerarquía de la cancillería, el viernes de mañana. Abdala había iniciado las consultas con el Palacio Santos el miércoles y había argumentado sobre la necesidad de adherirse a la resolución en virtud del contenido de la misma y de las numerosas adhesiones que había concitado.
Sin embargo, en la cúpula de la cancillería creyeron oportuno no votar la declaración y así se lo informaron a Abdala el viernes de mañana, antes de ingresar al Parlamento para comparecer por las negociación del Tratado de Libre Comercio con China.
Tras la publicación de la noticia este sábado, cancillería divulgó un comunicado en el que argumentó que no había votado la resolución a la que adhirieron 24 países porque Uruguay ya había realizado “manifestaciones públicas contundentes respecto a la invasión al territorio ucraniano y condenado tales acciones” en dos comunicados emitidos por el ministerio, con un tuit presidencial y además la palabra de Luis Lacalle Pou en una rueda de prensa.
Sin embargo, la palabra "condena" –uno de los términos que ranquea más alto en el mundo diplomático para señalar la desaprobación de una conducta por parte de un actor internacional– no había aparecido en los dos comunicados anteriores de la diplomacia uruguaya a raíz de la invasión rusa a Ucrania. Sí lo había empleado el mandatario al referirse al tema en una rueda de prensa en términos más duros que en su publicación de Twitter. El comunicado de Cancillería de este sábado fue también el primero en utilizar la palabra "invasión" y no "ofensiva" por parte de Rusia.
La posición contradictoria de este viernes ante la OEA propició cuestionamientos incluso de socios de la coalición, como fue el caso del diputado del Partido Independiente, Iván Posada, quien escribió en Twitter: "¿Cómo se explica que la representación uruguaya en la OEA no haya acompañado con su voto esta declaración? ¡Lamentable!". Ante la marcha atrás de este domingo, el diputado del MPP, Daniel Caggiani, salió al cruce del oficialismo y arremetió: "Un ministro sin cartera".
La primera intervención de Lacalle: el caso de Israel
El antecedente a un episodio de estas características tuvo lugar en setiembre de 2020, cuando Uruguay adhirió a una declaración del Consejo El Consejo Económico y Social de Naciones Unidas que condenó a Israel por "violaciones sistemáticas de los derechos humanos del pueblo palestino y sus efectos en las mujeres y las niñas". La resolución reafirmó que "la ocupación israelí sigue siendo un grave obstáculo para las mujeres y las niñas palestinas en lo que respecta a la realización de sus derechos".
Bustillo llevaba entonces dos meses a la cabeza de la cancillería, que había quedado acéfala con la renuncia del colorado Ernesto Talvi. Tras la votación, el embajador de Israel en Uruguay, Yoed Magen, se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou. En la comunicación que hicieron pública señalaron que hablaron de la agenda bilateral y brindaron por el nuevo año judío. Ese posicionamiento le propició al gobierno críticas de sus socios colorados y del Comité Central Israelita.
A la semana siguiente, el flamante canciller informó al secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, que el pronunciamiento había correspondido a un "error circunstancial". El jerarca ratificó a su vez que la política exterior "mantendría la línea histórica de sostén de los derechos de ese Estado".
A la mañana siguiente de que trascendiera la noticia, el ministerio hizo público el relevo del entonces director general de Asuntos Políticos, Pablo Sader, ahora designado como nuevo embajador ante la Unión Europea. El exjerarca había sido seleccionado por Talvi para ocupar el cargo, pero tras su renuncia y la asunción de Bustillo en julio, el exembajador de España y flamante jerarca lo mantuvo en el puesto. Esa mañana Bustillo se había reunido con Lacalle Pou en Torre Ejecutiva, y a la salida evitó hacer declaraciones.
También en aquella fecha Lacalle Pou intercedió para que Cancillería votara en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unida una resolución propuesta por el Grupo de Lima por la que se prorrogó el mandato de la misión internacional que investigaba la violación de derechos humanos en Venezuela. A través de Twitter había comenzado a circular la versión que el país no acompañaría la moción que algunas horas antes había sido presentada en nombre del Grupo de Lima, lo que generó que el presidente convocara a Bustillo a una reunión para conocer las instrucciones que el Ministerio había dado al embajador de Uruguay en Ginebra.
