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Lacalle Pou apeló a las emociones y dijo qué tipo de presidente quiere ser
El expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera abrazó a su nieta Violeta, la única mujer de los tres hijos de Luis Lacalle Pou, y le dijo: “No te olvides nunca de esto”. Violeta siguió caminando con sus hermanos Luis y Manuel y junto a su madre Lorena Ponce de León se ubicaron en primera fila para escuchar a su padre.
A Lacalle Pou rara vez se le quiebra la voz cuando habla. Pero esta vez fue diferente. Las lágrimas de emoción le ganaron y fueron protagonistas en el acto de lanzamiento de su precandidatura. El nacionalista apeló a un discurso emocional, en el que se centró en sus ganas de ser un presidente “que se haga cargo”.
Para el líder del sector Todos, el acto de este sábado en el Parque Viera fue “una reunión de futuro” en las que tenía “lágrimas viejas que las estaban haciendo salir emociones del presente".
En un discurso de 45 minutos, que tenía cronometrados en una pantalla delante del escenario, el precandidato comenzó saludando a los demás competidores de la interna nacionalista y “muy especialmente a los militantes de los otros sectores”. “Le ponen el mismo cariño que todos ustedes”, le dijo a unas 15 mil personas –el estimativo de los organizadores- que en ningún momento bajaron las banderas y pancartas que viajaron desde todos los departamentos hasta el Prado.
El estadio de Wanderers dejó de ser negro y blanco durante varias horas y cada tribuna se tiñó del color de las diferentes agrupaciones. En una de las laterales a los arcos predominó el amarillo con la lista 40. Frente a ellos, ondeaban las banderas de la 71. Sobre un arco estaba el escenario y en frente las agrupaciones del interior del país. En la cancha, bien en el centro, la lista 404 y el sector Dale bailaban al ritmo de Martín Piña, el cantante de música tropical que eligió el sector Todos para abrir el evento.
Cada agrupación quiso marcar presencia con ruido y color. Algunas llevaron comparsas con bailarinas que hacían lo que podían para bailar entre las gradas de la tribuna, otras prefirieron los bombos y redoblantes. “¿A ver dónde está 71?”, preguntaron los presentadores. “¿Y la 40? ¿Y la 404? ¿Y dale?”, dijeron con todos los sectores y ante cada pregunta, el Viera vibraba.
Luego de Piña fue el turno del cantante Nacho Obes, encargado de cantar el primer jingle de campaña de Lacalle Pou. “Una nueva historia nacerá”, hizo corear a todo el Parque Viera. Lacalle Herrera lo cantaba emocionado sentado en primera fila, pero en el costado del escenario, junto a su esposa Julia Pou. Antes y después del discurso de su hijo, al expresidente de la República le brillaron los ojos y aplaudió y festejó sus palabras.
Detrás del escenario estaba la “zona mixta”, en la que un referente de cada lista entrevistaba a dirigentes y líderes de los sectores. Allí también comenzaron a organizarse en fila india, entre otros, los intendentes de San José, José Luis Falero, y de Florida, Carlos Enciso, integrantes del equipo técnico, como Pablo Da Silveira, Azucena Arbeleche, Pablo Bartol y Álvaro Garcé, junto a diputados como Martín Lema, Graciela Bianchi y Gustavo Penadés, senadores como Álvaro Delgado, Javier García y Luis Alberto Heber, y nuevas incorporaciones, como el expresidente de la AUF, Sebastián Bauzá o el exdiputado frenteamplista Gonzalo Mujica. La fila no era un capricho. Los organizadores les pidieron que se fueran ubicando para ir subiendo al escenario, algunos minutos antes de que Lacalle Pou ingresara por el frente junto a su familia.
El “quiero ser”
Por momentos parecía que la voz quebrada no le iba a permitir terminar el discurso. Pero el líder de Todos completó cada oración, que tenía como centro el tipo de presidente que quiere ser y sus planes para áreas como la economía, educación, seguridad y seguridad social y política exterior, entre otras
“Quiero que cuando un profesor o profesora de un liceo público esté dando clase, pararme al lado de ellos y dignificarlos. Quiero estar al lado de la maestra rural que tiene un alumno en su clase y decirle que no se la vamos a cerrar. Acá no se cierran más escuelas rurales”, dijo sobre la educación.
Lacalle Pou aseguró que si es presidente pedirá a los embajadores que modifiquen un poco su rol para que sean de los que “changuen”. Quiero embajadores con menos reuniones y más maletín, buscando reuniones para los nuestros”, sostuvo.
Sobre seguridad, manifestó que quiere ser “un presidente que recupere el control del gobierno" en las cárceles. “Se terminaron los celulares en las cárceles. Se terminó el delito”, afirmó.
Por momentos, se podía sentir el grito de una mujer que le preguntaba desde algún sector del Viera si se iba a acordar de los jubilados. “Quiero estar al lado de los miles y miles de jubilados que no llegan a fin de mes. Y guambia con la promesa fácil porque en la seguridad social el horno no está para bollos. Tenemos la obligación de hacer un sistema sólido y ahí vamos a convocar a todos los partidos”, respondió sin hablarle directamente porque en ningún momento se salió del discurso que tenía preparado.
“Queremos ser un gobierno que respete los impuestos que ustedes pagan. Si gana el Partido Nacional se terminó el aumento de impuestos de tarifas y combustibles”, dijo sobre la economía.
El reloj en la pantalla seguía corriendo y empezaba a promediar los 45 minutos, lo que indicaba que se estaba llegando al final. En el cierre agradeció a su equipo, a quienes ya había saludado uno por uno apenas subió al escenario. El remate final lo dio con un pedido, mientras seguía mirando a los miles que llenaron el Parque Viera: “Les pido ayuda. Yo solo no puedo, los necesito”. Y Violeta no dejó de aplaudir.
