Jamás imaginó Eugenio Figueredo que una frase revelada la tarde del 22 de enero de 2006 a El Observador marcaría un antes y un después en su carrera como dirigente de fútbol: “Lo que hago yo no lo puede hacer nadie (en la AUF)”.
Fue el inicio del fin. Las autoridades gubernamentales no toleraron más las acciones de su gestión y, luego de una serie de denuncias, el presidente de entonces, Tabaré Vázquez, ordenó meter mano en el asunto.
Y se terminó el mandato de Eugenio en la AUF. Un dirigente que había llegado primero a la Conmebol antes que a la presidencia del máximo organismo de su país.
La era Figueredo estuvo cargada de polémicas y cruces de todo tipo. Y como nadie es profeta en su tierra, Eugenio recibió duras acusaciones que El Observador te presenta.
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