Si hay algo que abunda en
Holanda son las bicicletas. Es uno de los medios predilectos de los habitantes de ese país europeo, que a lo largo y ancho de su territorio ostenta miles de kilómetros de bicisendas. Entre todos esos caminos, hay una que llama la atención. Es un tramo de un kilómetro, entre las ciudades de Leeuwarden y Stiens, en la provincia de Frisia.
Ese tramo está hecho de papel higiénico reciclado, aunque a simple vista no se perciba. Es que está hecha con un material gris que se ve como pavimento, aunque en realidad es producido en base al papel deshechado. Eso se filtra con agua y se tamiza, y luego se limpia, blanquea y se pone a secar.
La utilización del papel para pavimentar este recorrido es parte de un proyecto piloto de dos años instaurado por el gobierno holandés para reducir la cantidad de desechos producidos e incinerados. "De esta forma se evita que tengan que ser tratados como objetos de desecho, es decir, ya no tiene que secarse e incinerarse produciendo grandes cantidades de dióxido de carbono", explicó Erik Pijlman, director de KNN Celulose, una de las empresas asociadas al emprendimiento, según recoge el diario argentino Clarín.
Holanda produce 180.000 toneladas de papel higiénico desechado por año, y el gobierno plantea reutilizar eso en obras como estacionamientos e incluso para reforzar un dique.
De acuerdo al diario inglés The Guardian, el hecho de que los holandeses utilicen en su mayoría papel higiénico de alta calidad ayuda a su reciclaje, ya que las fibras de
celulosa con las que está compuesto son más firmes.