Las encuestadoras estrenan métodos y se curan en salud

Varios las critican pero todos las miran. A pesar de los cuestionamientos que han surgido en los últimos años, cada vez que un informativo de televisión anuncia que dará a conocer nuevos datos sobre la intención de votos de los uruguayos, los dirigentes políticos aguardan ansiosos.

Algunos sonríen e imaginan el futuro en un amplio despacho, otros se preocupan, pero ninguno deja de prestar atención a los datos.

Entre aciertos, errores y cuestionamientos, el último proceso electoral de 2014 tuvo un quiebre para las encuestadoras en Uruguay. Dos pesos pesados del mercado dieron la cara y fueron muy explícitos a la hora de realizar una fuerte autocrítica sobre los datos que habían pronosticado para la primera vuelta de octubre y que, finalmente, no coincidieron con la realidad.

Luis Eduardo González (Cifra), ya fallecido, e Ignacio Zuasnabar (Equipos) reconocieron que tuvieron problemas. Otros actores del sector, en cambio, defendieron sus cifras debido a que sus números se encontraban dentro del margen de error existente en la actividad.

Tres días después de las elecciones nacionales, González habló de su "derrota profesional más grande". Zuasnabar, por su parte, catalogó a 2014 como un "año complicado" para las empresas encuestadoras.

"Estamos teniendo algunos problemas que no teníamos en el pasado", dijo y sostuvo que ninguna empresa pronosticó que el Frente Amplio iba a alcanzar la mayoría parlamentaria, como luego sucedió.

A casi tres años de aquellas afirmaciones, luego de un análisis profundo de lo sucedido, Zuasnabar reconoce los inconvenientes pero también destaca que hubo resultados muy precisos.

En las puertas de un nuevo proceso electoral, ¿qué cambios están procesando las empresas de opinión pública para alcanzar resultados más precisos? Varias de las firmas reconocidas del mercado estrenarán nuevas técnicas para intentar lograr mejores resultados. La directora de Cifra, Adriana Raga, adelantó parte de sus planes. "Vamos a hacer distintas encuestas y después a cruzarlas entre ellas", dijo.

Comentó que algo de eso hicieron en 2014, pero ahora apostarán a ese método con mucha más fuerza.

Zuasnabar, por su parte, ha estado en los últimos años en conferencias internacionales sobre la calidad de las encuestas en busca de respuestas a las preguntas que él mismo se realizó en 2014.

"Equipos ha procesado una transformación importante", adelantó Zuasnabar, director de Opinión Pública de Equipos. "Pensando en el trabajo electoral de cara a 2019, la principal novedad será la combinación de métodos. La caja de herramientas se ha ampliado, y no tiene sentido no aprovecharlas todas. Más allá de que la encuesta ´cara a cara´ continúa siendo la herramienta de referencia central (porque es la única que permite una llegada real al 100% de la población, sin segmentos excluidos), Equipos ya realiza seguimientos regulares de opinión pública a través de telefonía celular, y encuestas online para monitoreo de temáticas específicas", dijo.

Otro aspecto nuevo del trabajo de Equipos en busca de mejorar la calidad de la medición será la incorporación de enfoques antropológicos para el análisis cualitativo.

Opción Consultores, por su parte, está diseñando estrategias para eliminar los sesgos que pueden dificultar la precisión de los resultados. Su director, Agustín Bonino, adelantó aspectos de la nueva estrategia.

"Restan dos años aún, pero es probable que mantengamos como herramienta principal la metodología de encuesta telefónica a telefonía celular. Seguramente integremos nuevas variables a la medición que permitan controlar los sesgos propios de la metodología, como la no respuesta a encuestas o la ocultación del voto. También trabajaremos, a partir de los resultados de 2014, en la evaluación de los mejores procedimientos para el procesamiento de los datos", dijo Bonino.

El politólogo Oscar Botinelli, de Factum, dijo que elección tras elección siempre hay que hacer ajustes. A la hora de analizar las dificultades de las encuestadoras en los últimos 15 años identificó un aspecto que complicó las cosas: el "descomunal" incremento de los costos.

"Eso afecta a las técnicas de encuestas previas porque no se pueden hacer con la misma calidad que antes. Es un dato de la realidad", dijo. A su vez, comentó que la encuesta cara a cara está siendo muy difícil de realizar por el miedo de la gente a abrir la puerta de su casa.

Raga, directora de Cifra, opinó que los profundos cambios en las características del electorado uruguayo ha llevado a las encuestas a tener serios problemas a la hora de pronosticar los resultados."Sabemos que las encuestas son menos precisas hoy de lo que eran hace 15 años. Antes, había antecedentes de muchísima precisión en el país, pero eso ya no es así", dijo.