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Las locuras de Maradó

El cartel de Cali pretendió contratarlo como jugador, fue dos meses presidente de un club en Bielorrusia y ahora vuelve a la dirección técnica en la violenta Sinaloa; su carrera como entrenador estuvo siempre ligada a uruguayos y estas son sus historias
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08 de septiembre de 2018 a las 05:00

Pero Maradona es así. Tan impredecible como cuando inició su carrera como entrenador. Un oficio en el que siempre estuvo un uruguayo como protagonista. 

Las locuras de Maradó no tienen límite... Hace dos meses era recibido como héroe en Bielorrusia. Era Mister President. Pero bastó que le elevaran una oferta para dirigir y no lo dudó: armó el bolso y se fue a Sinaloa. ¡Sinaloa! Una ciudad que convive con el peligro y los narcos.

Un 9 de octubre de 1994 Diego desembarcó en Mandiyú de Corrientes. Allá jugaba Héctor Morán, que tuvo problemas con Blas Giunta (ídolo de Boca) y Tito Pompei. Lo querían sancionar un año. “Yo estaba por Uruguay cuando me enteré que llegaba Maradona, ¡sabés como volví a Corrientes! Aquello era una revolución. El pueblo estaba enloquecido. Bueno, resulta que llego y nos citan para el otro día a las 8 de la mañana. Estábamos ahí esperando y de pronto aparece un helicóptero, desciende, y baja Maradona. Yo no lo podía creer. Enseguida nos citó a todos al vestuario. Y ahí dice: ‘Con el primero que quiero hablar es con Morán’. Pah, yo pensaba que me iba a matar por el incidente con Giunta. Pero me sorprendió. Me agarró y me dijo: ‘Acá los hijos de puta, los delincuentes, andan con guante blanco. Vos vas de frente y vas a ser mi capitán’. Con todo eso que pasó y el respaldo que me brindó Diego, al final me dieron solo dos partidos por lo de Pompei. Me puso de capitán y terminé jugando”, recordó.

Luego pasó a Racing de Avellaneda donde se encontró con otro uruguayo: Marcelo Saralegui.

“Absorbía toda la presión. Un día fuimos a jugar un clásico contra Independiente. Es común que todos los fotógrafos se empujen ahí en el medio para sacar la foto del equipo formado. Bueno, aquella vez delante de nosotros se pararon apenas cinco tipos con cámaras, la inmensa mayoría se había ido con Maradona”.

El último que lo tuvo fue Juan Manuel Olivera en Dubái. En su memoria se llevará para siempre que jugó en el equipo de Diego Armando Maradona. Antes de irse del club entendía que le faltaba algo. Fue así que un día se armó de coraje y encaró: “Diego, ¿te puedo pedir los zapatos?”.

“De las mejores historias que me quedaron con Maradona es que me traje unos zapatos. Cuando terminó el campeonato me los firmó y me los regaló. Y los tengo guardaditos en casa, de recuerdo”, reveló Juan Manuel Olivera a Referí.

El goleador compartió equipo con diversas personalidades. Rezongó a Cavani, charlaba con Marcelo Salas, jugó con Lavezzi y Tony Pacheco. Pero en su historial figura ser dirigido por Maradona.

“Pah, con Diego tenía una relación bárbara. Cruzaba a tomar mate al vestuario de los jugadores conmigo. Íbamos a cenar a la casa”, explicó Olivera.

Del “mundo” Maradona contó que vivía en las Islas Palm, unas islas artificiales con forma de palmera en cuyos brazos hay casas.

“Tenía jardín con vista al mar y luego de cenar íbamos a la sala de juegos a jugar al pool”. Olivera dice que el tema era cuando iba con su hijo Santino, que se metía en el dormitorio de Benjamín, su nieto, el hijo del Kun Agüero.

“Santino andaba como loco por la cantidad de juguetes que tenía y yo con el temor que rompiera algo. Una vez se subió a un auto y vino Diego y le dijo: ‘Dale, prendélo no pasa nada’. ¡Casi termina adentro de la piscina!”.

Maradona tiene locuras sin igual. Dio la nota en Rusia, al punto tal que FIFA le llamó la atención. En el Centenario brindó una conferencia para la historia el día que clasificó y dijo “que la chupen”. Pero, al margen de polémicas y su particular estilo de vida, si hay algo que tiene Maradó es que adora a los uruguayos. Así lo hizo saber en pleno Mundial 2014 cuando FIFA sancionó a Luis Suárez. O en Rusia cuando se peleó con Sergio Ramos diciendo que Godín era el mejor del mundo. “Crack es Godín. Te defiende, te manda, te hace gol, que te hace campeón... No te falta un partido. Godín es un crack”.

 

Mister President
El 16 de julio pasado Diego Armando Maradona fue recibido como héroe en Bielorrusia al ser designado presidente del club Dínamo Brest.  A Maradona le tiraron una alfombra roja para que ingresara al estadio en un enorme Jeep que le regalaron. 

Con el cartel de Cali
Maradona fue tentado para jugar para el cuadro del Cartel de Cali. Bajo la presidencia del América, Miguel Rodríguez Orejuela hizo lo imposible por contar con el 10. En 1979 don Miguel, que era líder del poderoso cartel de Cali junto a su hermano Gilberto, invitaron a comer a Maradona a su casa de Barrio Ciudad Jardín, y le ofrecieron US$ 3 millones. 

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