Una de las diez consultoras más importantes del mundo, según Forbes, abre sus puertas en Uruguay

El proyecto en Uruguay estará liderado por Xavier Costantini, Senior Partner de McKinsey para Latinoamérica. Con 22 años en la empresa, Costantini encabeza también la estrategia de sustentabilidad de la consultora en la región. Junto a él lidera el proyecto como socio el  uruguayo Alberto Fernández, experto en transformaciones digitales y con nueve años de experiencia en McKinsey.

“Uruguay es un país que siempre hemos mirado de cerca, le vamos un gran potencial, tiene talento, estabilidad jurídica lo que lo hace propicio a la inversión y, además, es un país que tiene muchos recursos”, señaló Costantini en relación a los recursos naturales, energéticos, en agricultura y forestación. “Todos estos sectores tienen mucho potencial en la economía sustentable”, indicó el socio de la consultora y reafirmó que esto ofrece la posibilidad de que Uruguay se transforme en un país de exportación “a gran escala”. La consultora conformará un hub de expertos en Montevideo, cuyo foco se encuentra en la transición a la sustentabilidad y, por otro lado, a la digitalización y al desarrollo de los negocios a través del uso de la tecnología.

Desde Uruguay, la consultora planea establecer una plataforma regional que servirá  también a Paraguay y Bolivia. “Vamos a crear dos hubs a nivel sectorial: uno en el sector tecnológico y el otro en economía sustentable y energías renovables”, destacó el representante de McKinsey.

En este sentido, el empresario resaltó a Uruguay también como polo tecnológico, dentro de lo que mencionó al unicornio DLocal. “Vemos que esto se puede potenciar aún más, como lo ha hecho Israel, por ejemplo, que ya es conocido en el mundo y con una tasa de creación de startup sin igual.

Uruguay también puede perfilarse en ese sentido, hacia una plataforma de innovación tecnológica”, ratificó Costantini.

Inversiones de su mano

Según revelaron los referentes de McKinsey a Café & Negocios, la firma  planea trabajar, en un principio, con 20 o 30 empresas. En este sentido, la empresa trata con compañías que planean grandes inversiones en Uruguay.

“Va a haber un gran énfasis en ese proceso de aterrizar otras empresas”, aseveró Fernández. 

Uno de los rubros de estas empresas es el de la energía. “Es un sector que requiere un expertise profundo y niveles de inversión altísimos hablando de millones de dólares”, resaltó Costantini y añadió: “Uruguay ha trabajado para posicionarse como un actor relevante de las energías renovables y este mensaje  ha sido recibido, en particular, por Europa donde vemos varios actores interesados en invertir en Uruguay”.

Otros sectores que pueden incrementar sus operativas en el país de la mano de McKinsey son el sector financiero  y el de la logística marítima. En este sentido, Costantini resaltó además las posibilidades de Uruguay con las inversiones relativas al hidrógeno verde. “Uruguay está visto con un país que está abierto la inversión, que está propicio al desarrollo de la actividad económica”  y destacó que esto es así “más allá de la administración de turno” lo que resulta clave cuando se trata de proyectos a largo plazo como es el caso de los de hidrógeno.

El gran salto

Según el representante de la consultora para que las empresas uruguayas logren salir al mundo y sortear las limitaciones de escala de Uruguay es fundamental pensar en “perspectiva global”. Para Fernández esto requiere inversión e innovación y el país, en su opinión, va por buen camino.

“Cuando miras el crecimiento económico de  Singapur, por ejemplo, o de otros países asiáticos que realmente  tuvieron crecimiento económico muy importante, la primera variable que lo explica es la productividad entonces,  tener recursos naturales y tener un contexto de estabilidad distintivo adentro de la región es muy importante, pero el momento de productividad va a ser clave para poder ser competitivos a nivel mundial”, reflexionó.