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Lo que la cuarentena nos dejó: Netflix y otros estrenan series y películas sobre el encierro
No hay hecho o período histórico con una importancia real para el mundo que no haya tenido su contrapartida o reflejo en el arte. La mayoría de las guerras, conflictos, conspiraciones, tensiones, atentados, desastres naturales y enfermedades que nos han cambiado la manera de entender el mundo encontraron, tarde o temprano, su correlato en alguna de las tantas manifestaciones culturales que nos rodean, y de alguna manera nos dejaron buenas, malas, mediocres y/o superlativas obras que todavía hoy apreciamos u odiamos. Sin embargo, es poco probable que una situación en el futuro, la que sea, encuentre una de estas respuestas tan rápido como lo hizo la cuarentena global por la pandemia del coronavirus. Y ni siquiera estamos hablando de la propagación del virus en sí y, por ejemplo, los libros que ya se han publicado sobre ella en los últimos meses: hablamos estrictamente de productos audiovisuales pensados, creados para y durante el confinamiento.
Si bien en Uruguay estamos transitando poco a poco hacia la apertura, hay países que, o bien acaban de abrir sus casas después de meses, o bien siguen encerrados. Y es ahí donde estos productos calan hondo: en la inmediatez de presentar un corte de la historia que, en algún punto, aún no concluyó. La aparición de series y películas hechas durante y sobre la cuarentena son el reflejo, además, de una industria mundial que se encuentra en stand by y que busca desesperadamente la posibilidad de volver a ponerse en actividad para sobrevivir.
La muestra más “a la mano” es la serie de cortos Hecho en casa, que Netflix estrenó en su plataforma hace algunos días y que aparece como una idea original del cineasta chileno Pablo Larraín (El club, Ema). La idea es simple pero seductora: Hecho en casa convocó a 17 cineastas internacionales de alto perfil y les propuso realizar un cortometraje sobre el aislamiento. El abordaje, claro, es totalmente libre, y es así que encontramos historias de ciencia ficción, cartas y poemas emtivos a hijos que no comprenden del todo la situación, análisis sociales de la pandemia, un diálogo alocado entre dos muñecos que representan al papa Francisco y a la reina Isabel y un montón de cosas más.
Quizás lo más interesante de Hecho en casa son los temas que los diferentes cineastas abordan, ya que la mayoría responden a sentimientos, emociones y estados de ánimo que, de alguna u otra manera, todos llegamos a experimentar durante los extraños días en los que permanecimos encerrados y bajo el enorme signo de interrogación que todavía constituye esta pandemia. Así, los cortos exploran la angustia del momento, la soledad, el tedio, la extrañeza, la ansiedad, el tiempo que no pasa, pero también el humor que se genera entre casa, los delirios a los que accedemos para cambiar la rutina y la imaginación que se desboca al tener tiempo libre en exceso. Algunos de los cineastas que firman estos cortometrajes son Paolo Sorrentino, Kristen Stewart, Maggie Gyllenhaal, Sebastian Schipper, Sebastián Lelio, Rachel Morrison, David McKenzie y el propio Larraín, que se despacha con una hilarante ficción con Mercedes Morán.
Algo parecido a Hecho en casa hicieron en Rumania. Con 9 historias de amor y odio en aislamiento, el cineasta Dan Chisu entrecruza historias de ficción para espolear la historia de un director de cine –el propio Chisu– que debe terminar un largometraje durante la cuarentena en su país. A través de los nueve segmentos del título, Chisu va construyendo otra visión de esta etapa tan particular de la historia contemporánea. Esta película en nueve partes se hizo con un presupuesto inexistente –porque de verdad no costó un solo peso–, pero según se asegura en varios medios que pudieron acceder a la gacetilla de prensa, se pagaron “las cervezas que un actor tuvo que tomar y los cigarrillos de otro actor en otra de las historias". Todos estos segmentos –que en total duran unos 90 minutos– se filmaron mediante cámaras de celulares, reuniones de Zoom y Skype, y el resultado se puede ver en la web argentina Cinearte Lumiere.
En Argentina también se estrenó el pasado jueves Murciélagos, una película rodada exclusivamente en cuarentena –una cuarentena que, de paso, es una de las más largas de todas– y detrás de su aparición hay una intención benéfica; lo recaudado por la entrada virtual en www.amnistia.org.ar/autocine será donado al Banco de Alimentos de la organización Amnistía Internacional.
Murciélagos está dirigida por varios directores y directoras argentinos y tiene un elenco que encabeza Oscar Martínez, Peto Menahem, Julieta Vallina, Luis Ziembrowski, entre otros. Al igual que el caso rumano, esta obra fue concebida como una película, pero también encadena varias historias antológicas sobre el confinamiento. A diferencia de Hecho en casa y 9 historias de amor y odio en aislamiento, que se hicieron con presupuestos bajísimos, Murciélagos se presenta a sí misma como una “superproducción casera”.
Para terminar, en Uruguay también tenemos antecedentes inmediatos de productos audiovisuales nativos del período de confinamiento –breve, en nuestro caso– al que nos sometimos hace algunos meses. El representante local es el realizador y director de Mueca Films Juan Ponce de León, que hace algunas semanas se llevó dos premios –Best film y Best online view film– en el festival internacional Quarantine Film Challenger por su cortometraje Inside ("Adentro"). El corto está protagonizado por el propio Ponce de León y su familia y se puede ver en Youtube.
