Los españoles concurrirán a las urnas en un ensayo de cara a las próximas legislativas nacionales

Las elecciones, en las que están convocados 35,1 millones de ciudadanos y 400.00 residentes extranjeros, servirán para renovar legislativos y ejecutivos regionales y locales en un contexto en el que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), del presidente Pedro Sánchez, pondrá en juego 10 comunidades en las que gobierna en solitario o en coalición, mientras que el Partido Popular (PP), principal fuerza de oposición a nivel nacional, lo hará en las dos regiones restantes.

Sánchez, cerró la campaña del PSOE en Barcelona en apoyo de Jaume Collboni, el candidato con el que los socialistas esperan cumplir uno de sus grandes objetivos: recuperar la alcaldía de esta plaza fuerte que ostentaron entre 1979 y 2011. Por su parte, el líder del PP, el conservador Alberto Núñez Feijóo, finalizó la suya en Madrid junto al alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, que esperan renovar sus mandatos.

Sin embargo, el tema de los últimos días que acaparó la atención del electorado y los medios de comunicación fueron las detenciones e investigaciones judiciales en marcha por la compra de votos por correo, que empezaron en Melilla, el enclave español del norte de África, y que incluyeron el allanamiento de Coalición por Melilla (CpM), espacio que se escindió del PSOE en 1995.

En dos asuntos similares, aunque no conectados con el de Melilla, fueron detenidas siete personas en Mojácar, un municipio de la provincia de Almería, en la comunidad autónoma de Andalucía, y otras trece en Albudeite, en la región de Murcia, en el marco de dos causas judiciales que también investigan la compra de votos a cambio de € 100, según informó la televisión pública TVE.

Los casos de Mojácar y Albudeite implican a miembros del PSOE, por lo que la oposición exigió explicaciones. “Llevamos días perplejos, preocupados y sorprendidos por las denuncias que se están produciendo en muchos lugares de España”, se lamentó Núñez Feijóo. “Exigimos la máxima responsabilidad del presidente, que la ejerza y aclare lo que está pasando”, lanzó el líder de PP.

Pese a la amplia repercusión de los casos, e incluso cuando la prensa española recogió las denuncias sobre hechos similares en otras cuatro localidades, los analistas coinciden en que los escándalos de última hora no modificarán los resultados. “Muchísimas de las cosas que pasaron y produjeron cambios en la intención de voto ya se produjeron”, minimizó en declaraciones a la radio pública RNE el analista Narciso Michavila, titular de la empresa de sondeos GAD3.

Para votar por correo en España hay que seguir tres pasos: solicitar un certificado de inscripción en el censo, recibirlo en casa y proceder entonces a enviar la papeleta del partido al que se quiere votar. Para cumplir con los dos primeros es necesario presentar el documento nacional de identidad; pero no para el tercero, que es donde se produjeron los fraudes que investiga la justicia local.

El escándalo de la compra de votos no fue el único de la campaña. La inclusión en las listas de los independentistas vascos de EH Bildu de ex miembros de la organización armada vasca ETA, responsable de más de 850 muertes en el pasado, fue la primera gran controversia y suscitó el rechazo de las asociaciones de víctimas.

Además, este jueves trascendió que la alcaldesa de Maracena, un pueblo del sur del país gobernador por el PSOE, está siendo investigada al igual que su novio, el anterior alcalde, y un concejal, por el intento de secuestro en febrero pasado de un edil, hecho que la prensa local relaciona con asuntos urbanísticos.

La importancia de las elecciones

Hacia fines de este año, en una fecha que todavía no fue fijada, se celebrarán elecciones para renovar el parlamento nacional, cuerpo legislativo que a su vez elegirá al nuevo presidente del gobierno central. Los sondeos dan la victoria al PP, pero sin mayoría absoluta de diputados, frente a la coalición minoritaria en el poder, formada por el PSOE y el partido de izquierda Podemos, que lidera Yolanda Díaz, quien ya anunció su intención de competir por la jefatura de gobierno.

En este contexto, los analistas consideran los comicios de este domingo como un sondeo a nivel nacional que anticipará el rumbo político del país. Además, para los españoles, la importancia reside también en que las comunidades autónomas, también conocidas como regiones, tienen competencias muy amplias, y en algunos casos exclusivas, en materia de Educación y Salud, algo que cobró mucha relevancia durante la pandemia, cuando el gobierno central debió ceder a menudo la iniciativa a las regiones.

¿Equilibrio de fuerzas?

Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un organismo público autárquico adscripto al ejecutivo central, los socialistas del PSOE en soledad o en alianza con Podemos obtendrían en torno del 30,2% de los votos en las elecciones municipales, frente al 27,9% del PP, una diferencia que según otros sondeos sería todavía menor.

No obstante, el resultado de las elecciones autonómicas es lo que concita la mayor atención. En este renglón, donde marcha a la cabeza en las encuestas el PP, es el PSOE, en el poder en 10 de las 12 regiones en disputa, el que más arriesga. Sobre todo, porque puede pesarle el desgaste de la gestión del gobierno central de Sánchez.

El PP tiene la esperanza de arrebatar a los socialistas hasta seis gobiernos regionales. El resultado, aunque algunos lo consideran poco probable, sería un triunfo para Núñez Feijóo, incluso si alcanzara la victoria en sólo cuatro de las regiones.

En este escenario de paridad, la atención también está puesta en el desempeño de Vox, el partido de extrema derecha que lidera el diputado nacional Santiago Abascal y cuyo objetivo central es convertirse en el socio indispensable del PP en el mayor número posible de gobiernos regionales y ampliar así la alianza que ya les permite gobernar en coalición en Castilla y León, regiones que no votarán mañana.

Otro escenario electoral que acapara la atención es la Comunidad de Madrid, en donde la relección de Ayuso no parece estar en duda, pero sí su capacidad para alcanzar la mayoría absoluta de escaños, situación que le reportaría un importante respaldo a su intención de competir con Núñez Feijóo por la conducción nacional del PP.

También acapara la atención la comunidad autónoma de Valencia, la cuarta del país en población, y en la que el PP espera dar un doble golpe arrebatando a los socialistas tanto la alcaldía de la ciudad de Valencia como la del gobierno regional, lo que supondría un fuerte revés para Sánchez. Por su parte, los socialistas podrían recuperar la alcaldía de Barcelona, que ostentaron entre 1979 y 2011.

La continuidad en juego

Para Sánchez, las elecciones servirán para medir sus posibilidades de seguir en el poder. Como jefe del Ejecutivo desde 2018, el líder del PSOE, que gobierna en coalición con Podemos, se juega mucho. Las 10 regiones autónomas dirigidas por su partido, sea directamente o como parte de una coalición, fueron hasta ahora valiosas aliadas, especialmente durante la crisis del Covid-19.

Según Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid, es dable esperar “un giro a la derecha” del electorado, cuya “intensidad” podría condicionar el resultado de las próximas elecciones generales. Por lo pronto, al frente de los sondeos a nivel nacional marcha el PP, que procuró hacer de los comicios regionales y locales un plebiscito sobre el gobierno central de Sánchez.

Ayudado por la práctica extinción del partido de centro-derecha Ciudadanos, el PP espera, con la ayuda del ultraderechista Vox –un arma de doble filo, según los analistas–, constituirse en el claro vencedor.

“Vox está decidido a entrar en la mayor cantidad posible de gobiernos regionales. Sin embargo, el PP preferiría minimizar su presencia en los ejecutivos para evitar situaciones polémicas que pudieran alejar al partido del centro y desmovilizar a potenciales votantes”, explica Antonio Barroso, analista de la consultora Teneo.

Según Cristina Monge, politóloga de la Universidad de Zaragoza, el “dilema” afecta a Núñez Feijóo desde hace tiempo. “Hace un año, su llegada al frente del PP despertó una enorme expectativa por su imagen de político moderado y de consenso, pero ahora no sabe qué estrategia tomar con relación a Vox”, dice Monge.

Con un buen balance económico y unas medidas contra la inflación que parecen haber surtido efecto, Sánchez intenta movilizar a la izquierda ante el riesgo que suponen el PP y Vox, por lo que lleva semanas haciendo anuncios por toda España en materia de vivienda y sanidad pública.

“Los datos de la economía son buenos y la ciudadanía no tiene una percepción tan apocalíptica como la que puede tener la derecha sobre la situación. Pese a todo, la izquierda resiste mejor de lo que se pensaba”, señala Monge. Resistencia que será un elemento a tener en cuenta de cara a las legislativas nacionales de fin de año.