Los Graffiti más pop

Federico Lima tiene una larga trayectoria en la música, comenzando con Loop Lascano –que se ungió en la historia musical contemporánea con su hit Gris–, pasando por la banda de corta vida Miss Wichita hasta llegar a Socio, el proyecto con el cual pudo desmarcarse de su pasado y comenzar a construir una rica carrera, tanto en solitario como junto con la banda que ahora lo acompaña.

Con su tercer disco de estudio, Mini Glorias, el músico no solo apostó a un regreso al rock, luego de intentar escaparle a través de la guitarra acústica o la música electrónica, sino que también decidió explorar con su voz otros costados más interpretativos, más cercanos al soul o al R&B. En su mejor momento como cantante y con un sólido disco, Socio fue el máximo ganador de los Premios Graffiti con cuatro aerosoles, incluyendo Mejor álbum pop, Mejor compositor, Mejor solista masculino y Álbum del año.

Esos cuatro premios se suman a los cinco que ya obtuvo con sus dos discos anteriores, que ya lo coronaron como Mejor artista nuevo (2009), y dos Temas del año por Nos fuimos estrellando (2009 y No siento dolor (2011).

Detrás de Socio, fueron varios los artistas que consiguieron dos premios. Luego de su galardón como Mejor artista nuevo, los debutantes del año, Alucinaciones en Familia fueron premiados en Mejor álbum indie y Mejor álbum de pop alternativo. El septeto fue además el responsable de abrir la ceremonia con su presentación en vivo.

En el rock, La Triple Nelson consiguió el premio a Mejor dúo o banda del año, y Mejor álbum de rock y blues por su disco La sed, mientras que Buenos Muchachos consiguieron el codiciado premio a Tema del año por su visceral A mi manera –inspirado en la historia de la abogada y activista por los derechos LGBT Michelle Suárez–, así como también el premio a Mejor álbum de rock alternativo por su séptimo disco Nidal.

Continuando su buena racha de nominaciones en el Grammy Latino y su premio Gardel, Julieta Rada consiguió el Graffiti a Mejor solista femenina del año por su último disco Corazón Diamante. Por su parte, Rubén Rada, nominado en cuatro categorías, se fue con las manos vacías.

Asimismo, tal vez la mayor sorpresa (o la mayor decepción de unos premios que parecían comenzar a desmarcarse de lo obvio) fue la falta de estatuillas para Mateo Moreno y Hablan Por La Espalda, que acumulaban siete y seis nominaciones cada uno, y cuyos discos merecían sin dudas un mayor apoyo del jurado.

Sin embargo, la banda liderada por los hermanos Solana obtuvo un espaldarazo del público al obtener el Álbum del año por votación popular, un Graffiti que normalmente premia a artistas populares o mainstream y que sin dudas significa para la banda un reconocimiento en su carrera.

La tendencia anterior se reflejó en las otras dos categorías del público: Artista del año y Tema del año fueron para Márama y su hit Loquita. El grupo de Agustín Casanova también se llevó el aerosol como Mejor álbum de pop latino por Todo comenzó bailando.

Como todos los años, los Graffiti ofrecen un premio a la trayectoria, que en esta ocasión fue otorgado a Jorge Nasser, que festejó sus 30 años de carrera con un merecido lugar entre los 13 artistas ya condecorados. Boomerang fue la banda responsable de ofrecer un homenaje interpretando una versión de Nancy y Sid, y Playa Honda junto a los hijos del músico. Y por su parte, siguiendo una tradición que se viene dando en las últimas ceremonias, también fueron homenajeados Trotsky Vengarán, ya que este año celebran sus 25 años de carrera.