A la Academia de Grabación, el organismo encargado de presentar los premios Grammy, no le importan demasiado las tendencias. Suele premiar a artistas que son buenos, incluso excelentes, pero que en definitiva son inofensivos, algo que a veces también sucede en los Oscar, aunque en una medida mucho menor.
En un año donde podía premiar al rap (encarnado en Kendrick Lamar y Jay-Z) uno de los géneros más poderosos en ventas y en mensaje dentro del pop, a artistas que dentro de ese género habían optado por caminos más arriesgados o a canciones que realmente marcaron el 2017 como Despacito, quien finalmente se impuso en las tres categorías principales fue
Bruno Mars, que se llevó los Grammys a Álbum del año (
24K magic), grabación del año por el tema homónimo y canción del año por That's what I like.
Mars se llevó en total seis gramófonos, dejando con las manos vacías a Luis Fonsi,
Daddy Yankee y Justin Bieber, así como a Jay-Z, que llegó como el artista más nominado y se fue sin nada.
Lamar, si bien no se impuso en las categorías mayores, se llevó cinco premios y fue otro de los artistas más reconocidos en la ceremonia realizada en el Madison Square Garden de Nueva York.
El premio a Mejor artista nuevo fue para Alessia Cara, mientras que Ed Sheeran se llevó dos premios (Mejor disco pop y Mejor interpretación vocal pop solista.
Momentos y mensajes
La ceremonia, como es habitual, presentó varios "momentos Grammy" con actuaciones destacadas como la de Elton John junto a Miley Cyrus, la de Fonsi y Daddy Yankee, y una apertura a cargo de Kendrick Lamar, el comediante Dave Chapelle y la banda U2, que luego tocó en solitario frente a la Estatua de la Libertad.
Mientras que en los Globos de Oro el color dominante fue el negro, aquí destacó el blanco, tanto en la ropa como en rosas prendidas a sacos y vestidos, como símbolo del movimiento Time's up que lucha contra el acoso, el abuso sexual y aboga por la igualdad de género.
La política estuvo presente a lo largo del evento, con ataques al presidente
Donald Trump y un discurso a cargo de la cantante Camila Cabello (nacida en Cuba) a favor de los inmigrantes. EN un video humorístico, incluso, llegó a figurar Hillary Clinton, que leyó un fragmento del libro Fire and Fury, que describe el gobierno de Trump desde adentro.