“Armada 762”. Esta frase se repite de forma recurrente a bordo de uno de los vuelos de patrullaje costero que realiza la Aviación Naval. A cada kilómetro que pasa, los pilotos navales deben avisar a las torres y a aquellos aviones más cercanos que están sobrevolando sobre las playas en una misión de exploración. El escuadrón de la base aeronaval Carlos Curbelo, en la Laguna del Sauce y próxima al Aeropuerto Internacional de Punta del Este, hace durante el verano dos vuelos semanales de patrullaje por la costa del país. Uno hacia el oeste, rumbo a Colonia, y el otro hacia el este, rumbo a Rocha.
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