"Ahora tocamos en el escenario como juega en el campo el (equipo de fútbol inglés) Arsenal. Hacemos verdadero juego de equipo", apunta Lydon, quien afirma que lucharía "hasta la muerte" por sus compañeros, aunque, según él, eso no significa que no vaya a hablar mal de ellos nunca más.
Con una dentadura algo más saneada, aunque con algunas piezas ausentes, Lydon volverá en los próximos días a poner voz a los temas de Sex Pistols ante unas 60.000 personas, toda vez que la semana pasada el grupo ofreció un concierto para un público reducido en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.
"En un principio surgió la idea de una sola noche en Brixton, porque creíamos que quizás sólo 5.000 personas querrían vernos. Pero esto se ha convertido en un monstruo enorme que ninguno de nosotros se esperaba", explica Lydon.
Los integrantes originarios del cuarteto, que en su primera etapa -entre 1975 y 1978- sólo publicaron cuatro sencillos y un álbum, son los que esta vez dejarán el sonido Sex Pistols en los escenarios británicos.
(EFE)