Aquí estamos sobre el final de una nueva semana en la que, lamentablemente, no podemos hablar de otra cosa que no sea el covid-19. Pero hoy el abordaje te lo planteo desde otro lugar, dado que hasta ahora hemos intercambiado mucho sobre el ruido político, las peleas constantes entre los dirigentes y lo poco que se escuchan oficialismo y oposición. En esta oportunidad quiero ir un poco más profundo, para analizar la forma en que como sociedad estamos tomando las decisiones. ¿Qué tan bien razonamos y argumentamos? ¿Cuánto incide ello en la posterior toma de decisiones de las autoridades? ¿De quién es responsabilidad que el debate no se empobrezca? ¿Cuánto incide en la toma de decisiones tener mala información o cada vez peores datos?
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá