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Martínez y Villar fueron a Buenos Aires a apuntalar el voto Buquebus
Hay quienes dicen que un uruguayo no es otra cosa que un argentino triste. Y aunque abunden los ejemplos para darles la razón, este domingo fue un grupo de “argentinos tristes” el que cortó con el silencio y la monotonía del barrio Once en Buenos Aires al ritmo de la euforia electoral. Llevaban banderas azules, rojas y blancas y tenían como estrella en medio del tumulto a Graciela Villar, candidata a vicepresidenta por el Frente Amplio.
La fórmula presidencial del Frente Amplio, encabezada por Daniel Martínez y completada por Villar, llegó este domingo a Buenos Aires para presentarse ante unos quinientos uruguayos que residen desde hace décadas en Argentina y que se emocionaron coreando cantos de murga y prometiendo algún día “volver al Uruguay”.
Pero ya desde antes de que llegara la fórmula –primero cayó Villar a pie y acompañada por una multitud, minutos después llegó Martínez en la camioneta de su campaña–, dentro del teatro estaba servida una mesa con varios folletos, y detrás de ella dos señoras embanderadas con los colores de la izquierda se hacían notar ante todo aquel que ingresara.
“27/10. Uruguayos todos a votar. Reservá tu pasaje con descuento”, anunciaban los folletos a blanco y negro.
Como es habitual desde hace varias elecciones, el Frente coordina los traslados desde Argentina. Pero en esta ocasión la coincidencia de fecha –los argentinos también concurrirán a las urnas el 27 de octubre– obligó a maximizar los esfuerzos para que los uruguayos residentes en el vecino país pudieran tener el tiempo de sufragar a ambas márgenes del río de la Plata.
En el folleto que se repartió este domingo se explica que “el FA brindará un apoyo para que a todos los compañeros que vayan a votar el 27/10/19 les resulte más fácil”. Entre los requisitos se indica que los aspirantes “deben figurar en el padrón (electoral) y ser adherentes (del partido)”. Fuentes de la organización explicaron que aquellos que no lo están pueden registrarse y luego usufructuar el descuento.
Para disponer de la opción más rápida, y habilitar el voto doble, el FA ofrece viajes ida y vuelta en el buque Papa Francisco a un precio de 2.000 pesos argentinos, un descuento de más de 60% respecto al precio original (el pasaje cuesta unos 5.600 pesos argentinos).
"El voto de los uruguayos en el exterior trasciende el tema del cálculo electoral. Es un tema de justicia y filosófico. No tengo claro cuánto va a impactar", dijo Martínez.
La coalición de gobierno gestionó el descuento directamente con el dueño de Buquebus, Juan Carlos López Mena. Según contaron participantes de las reuniones, el empresario se mostró dispuesto a colaborar con todos los partidos, pero hasta ahora solo el FA ha hecho las tratativas. La compañía fijó un precio más barato para la ocasión y el oficialismo puso sus recursos para llevar el precio lo más bajo posible. "Se trabajó tanto en la negociación del precio como en la ayuda. No estamos en eso, obviamente, pero sabemos que hay una voluntad de hacer un esfuerzo grande", dijo Martínez en conferencia de prensa.
En su presupuesto inicial de campaña, entregado como requisito a la Corte Electoral, el partido de gobierno declaró un gasto previsto de US$ 200 mil para “traslados desde el exterior”.
El Frente Amplio, que mantiene en Argentina una militancia activa que se encargará de los aspectos operativos, dispondrá de una oficina en Buquebus donde se atenderá al público uruguayo los días 18, 19, 23, 24, 25 y 26 de octubre.
Para los que no puedan acceder al precio del Francisco, también se ofrecen viajes más económicos. Una opción es trasladarse vía Colonia. Otra alternativa son los ómnibus que saldrán desde Retiro. Hasta Fray Bentos cuesta $ 1.400; hasta Salto y Paysandú $ 1.700.
El Frente desplegará también una carpa en el Velódromo de Montevideo el 26 de octubre para “movilizar a las personas hacia el interior”.
Desde la organización del FA en Argentina dijeron a El Observador que la meta es llevar 8.000 personas.
“Recordar y proponer”
Con la emoción de los expatriados a flor de piel, el de este domingo no fue un discurso más ni para Martínez ni para Villar.
La candidata a vice, exiliada a Argentina durante la dictadura militar, recordó sus años fuera del país y fue ovacionada por el auditorio. Su hija Tania –que tenía un año cuando cruzaron el río y que hoy acompaña a su madre en cada una de sus recorridas– grababa y escuchaba apoyada sobre el escenario y con lágrimas en los ojos .
Cuando le tocó su turno, Martínez dedicó los primeros ocho minutos a elogiar a su compañera de fórmula. Dijo que su trayectoria militante y su resistencia en dictadura fueron algunas de las razones por las que la eligió. Destacó su “coherencia” y sus “valores”.
A continuación, resumió los ejes de su campaña y explicó que en sus discursos se ha dedicado, por un lado, a “recordar” el país previo a la llegada del FA al gobierno y, por otro, a “proponer” formas de mejorar hacia un próximo mandato.
Ni Martínez ni Villar necesitaron nombrar a Mauricio Macri o a Luis Lacalle Pou para dejar clara la comparación entre los “dos modelos de país” que son referencia habitual en sus discursos. “El Uruguay de 2004 tenía 40% de pobreza. Ustedes están familiarizados con ese número”, dijo la candidata a vice. “Quien va segundo en las encuestas no votó ni la ley de reforma de la salud ni la ley de ocho horas para los trabajadores rurales”, dijo el presidenciable minutos después.
En realidad, no está claro que Lacalle Pou no haya votado la ley de Jornada laboral y régimen de descanso en el sector rural, aprobada en Diputados el 3 de setiembre de 2008. Si bien durante la campaña de 2014 Lacalle Pou contestó a una pregunta en rueda de prensa sobre por qué no había votado esa norma y argumentó en contra, lo cierto es que los blancos la votaron. Solo hubo un voto en contra y fue el de el entonces diputado Sergio Botana. De todos modos, tampoco se puede afirmar que la haya votado, porque en ese momento no había voto electrónico y no está registrado si al momento de la votación Lacalle Pou estaba en sala.
En la primera fila aplaudía el presidente del FA, Javier Miranda, así como dirigentes del Frente de Todos que acompañaron la movilización, como Víctor De Gennaro (fundador de la CTA) o la diputada Victoria Donda.
