Modo burbuja: guía para la definición de la NBA

Además de los hisopados de rigor, los jugadores deben usar una pulsera de seguimiento que sirve para abrir la puerta de su habitación y para controlar sus movimientos, un anillo con alarma de temperatura corporal y una alarma de proximidad para resguardar el distanciamiento social.

Hasta las actividades recreativas que disponen tienen sus limitantes: al ping pong no pueden jugar en dobles y para el golf no pueden usar los carritos. 

Por todas estas razones, sustentadas en un estricto manual de procedimiento sanitario de 113 páginas, la definición del torneo se montó sobre una burbuja de aislamiento. 

Todo sea para poder retomar la actividad y concluir una temporada que allá por marzo, cuando se suspendió tras el primer caso positivo del francés Rudy Gobert,  tenía a Milwaukee Bucks liderando la Conferencia del Este con una marca de 53 partidos ganados contra 12 derrotas y a Los Angeles Lakers al tope de la Conferencia Oeste con una marca de 49-14.

Liderados por el griego Giannis Antetokounmpo, MVP de la pasada temporada, los Bucks se ilusionan con volver a coronarse en la NBA, hecho que ocurrió una sola vez en la historia, en la temporada 1970-1971.

Liderados entonces por Lew Alcindor –que después cambió su nombre a Kareem Abdul-Jabbar– y Oscar Robertson, los Bucks derrotaron entonces a Baltimore Bullets en las finales.

Ahora no solo llegarán a la definición con la mejor marca de la temporada sino también con la sed de revancha de haber perdido la final de su Conferencia el año pasado con Toronto Raptors.

Los campeones retoman la temporada segundos en el Este con una marca de 46-18. La partida de Kawhi Leonard a Los Angeles Clippers debilitó la franquicia que igualmente tiene sus fortalezas con la presencia del español Marc Gasol, el base Kyle Lowry y el hispano-congoleño Serge Ibaka. 

Boston Celtics siempre es un rival a respetar y más con la calidad de jugadores que poseen: Kemba Walker, Marcus Smart, Jayson Tatum, el turco Enes Kanter o Gordon Hayward. 

AFP

La siempre más competitiva Conferencia Oeste metió a 13 equipos en la definición del certamen contra nueve del Este. ¿La razón? Se eligieron a los equipos que estuvieran a seis juegos de distancia del octavo clasificado.

Y allá en el Oeste anda ahora LeBron James liderando a los Lakers con ganas de volver a estar en lo suyo: las finales. La temporada pasada una lesión en la ingle lo sacó del torneo en plena fase regular y el equipo fue incapaz de clasificarse a playoffs.

La compañía estelar de Anthony Davis, la experiencia de Rajon Rondo y la juventud de Kentavious Caldwell-Pope y Kyle Kuzma hacen de estos Lakers un equipo de mixtura ideal como para aspirar a lo máximo.

En la vereda de enfrente están unos Clippers robustos con la capacidad defensiva de Kawhi Leonard y el juego atlético y versátil de Paul George.

El martes el equipo sufrió la baja de su base Patrick Beverley quien abandonó Orlando a causa de una emergencia personal. Poco antes había hecho lo propio uno de los pívots de la franquicia, Montrezl Harrell.

Harrell venía siendo el mejor sexto hombre del torneo con un promedio de 18,6 puntos. Su partida debilita el centro de los Clippers donde aún no se sumó al plantel el bosnio Ivica Zubac y solo cuentan con Joachim Noah.

Para poder retornar, los jugadores tienen que pasar un periodo de cuatro días de aislamiento en su habitación de hotel al regresar a Orlando. Esa cuarentena podría llegar a ser de dos semanas si no se somete a pruebas de coronavirus fuera de Orlando.

AFP

James Harden –goleador de lo que va de la temporada con 34,4 puntos– y Russell Westbrook –quien padeció coronavirus– tiran del carro de Houston Rockets.

Completada la fase regular, el formato de emergencia diseñado contempla la posibilidad de que el noveno juegue contra el octavo un play-in para definir los clasificados a playoffs. Para ello, el noveno deberá quedar a cuatro o menos partidos de distancia y jugará con desventaja deportiva. 

En modo burbuja, la NBA se retoma y campeón se busca.

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