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Movilidad sostenible: una alternativa que podés elegir
Por Fernando Barcia
Gerente General de Cutcsa
Uno de los desafíos más importantes que enfrentan actualmente las ciudades se vincula con la movilidad urbana y el impacto ambiental que se genera, producto principalmente del incremento del uso de vehículos particulares.
Montevideo no escapa a esta realidad. Por el contrario, en las últimas décadas, el uso del automóvil se ha disparado de forma exponencial, impactando negativamente en la circulación.
Al hablar de impacto, no sólo consideramos la emisión de gases contaminantes, sino también el consumo de recursos no renovables, los congestionamientos causados por el uso irracional del espacio, el aumento de la siniestralidad y la saturación sonora.
La movilidad es un derecho de todos, pero cuando ésta comienza a tener efectos negativos sobre la salud de los ciudadanos y sobre el entorno, debemos enfocar todos los esfuerzos en minimizar ese impacto, buscando modos y medios eficientes, amigables con el Medio Ambiente.
El concepto de Movilidad Sostenible toma cada vez más fuerza alrededor del mundo, apuntando a crear ciudades inteligentes, donde el transporte es un factor determinante para el desarrollo personal y la calidad de vida de las personas. Este es un modelo accesible, integrador, saludable y seguro, que permite a todos los ciudadanos trasladarse a donde desean llegar, facilitando el acceso a distintos ámbitos de convivencia y desarrollo, tales como la salud, la educación, el ocio, el trabajo entre otros.
La planificación urbana, la tecnología aplicada, la incorporación de nuevas fuentes de energía, son los protagonistas en este cambio cultural, que requiere de la participación del sector público y privado, y sobre todo de los ciudadanos.
Nuestro país viene trabajando en este tema desde hace muchos años; y Cutcsa como parte interesada, ha promovido la investigación y facilitado la generación de conocimiento mediante pruebas de campo en su flota. Son ejemplo de esto las pruebas con biodiesel, la incorporación de aditivos que aumentan la eficiencia del combustible y por último la incorporación de 20 ómnibus eléctricos y más de 200 ómnibus con tecnología Euro 5 más amigables con el Medio Ambiente.
Todas estas acciones forman parte de la práctica “Estrategias de sostenibilidad aplicadas a nuestra matriz energética”, cuyo objetivo fundamental es justamente minimizar impactos de nuestra actividad, reducir emisiones contaminantes y analizar constantemente las posibilidades de adoptar el uso de energía renovable reduciendo la dependencia a los combustibles fósiles.
El transporte público de pasajeros democratiza la movilidad y reduce el impacto medioambiental, maximizando los recursos y el uso del espacio. A pesar de ello, no es inocuo, ya que depende hasta el momento del gasoil como principal fuente de energía.
Al considerar factores como la accesibilidad y la seguridad, el ómnibus se vuelve el método de viaje con mayores beneficios. Se trata de un servicio formal, reglamentado y con un índice de siniestralidad muy bajo. Si bien, desde el punto de vista individual existen formas de movilizarse que no contaminan, por ejemplo caminando o en bicicleta, al pensarlo con una visión de sociedad es necesario comprender que no todos tienen las condiciones físicas para hacerlo. El transporte público debe cumplir su servicio, asegurando la accesibilidad, y el traslado seguro para todas las personas.
Movete sostenible es un concepto que invita a todos los ciudadanos a reflexionar sobre su manera de trasladarse. Cuando elegís un medio de transporte, elegís también cómo querés que sea el lugar donde vivís.
