Narcotraficante que recibió prisión domiciliaria aludiendo problemas de salud rompió la tobillera y se fugó

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González Bica presentó un pedido a la Justicia para acogerse al beneficio de la prisión domiciliaria, debido a que argumentó que tenía problemas renales y que necesitaba hacerse diálisis de forma diaria. El planteo fue aceptado por la jueza de Crimen Organizado de 2° Turno, María Helena Mainard, quien ordenó colocarle una tobillera electrónica, confirmaron a El Observador fuentes al tanto de la investigación contra el narcotraficante.

Sin embargo, el pasado 30 de agosto el narcotraficante rompió la tobillera y se fugó, por lo que ahora su paradero es desconocido para las autoridades, informó Montevideo Portal. 

Estaba condenado desde 2022 por varios delitos vinculados al narcotráfico, así como un delito de tráfico interno de armas de fuego, recepción, conversión y transferencia en la modalidad de autolavado.

Cayó preso luego de que la Policía llevara adelante la Operación Pitágoras, en la que se descubrió que varias personas trasladaban droga en una ambulancia falsa. Dentro del vehículo iban cinco hombres –entre los que estaba González Bica y un ciudadano boliviano– con casi 150 kilogramos de cocaína, más de 240 kilogramos de pasta base, un arma, celulares y dinero en efectivos –en varias monedas–. Además, en varios allanamientos realizados en Montevideo y Canelones se incautó más droga. 

González Bica estaba preso en el Penal de Libertad pero argumentó que en su reclusión no se habían podido cumplir "rigurosamente con las indicaciones médicas, tratamientos y controles, exponiendo a un riesgo grave para su salud e integridad física". "Es por todo lo anterior que se puede inferir que en la unidad donde se encuentra recluido no cuenta con las condiciones necesarias para la asistencia debida y correcta que requiere el Sr. González", afirma el escrito de la jueza Mainard, con fecha del 31 de mayo de 2023, en el que se fundamentó la decisión de otorgarle la prisión domiciliaria. 

El recluso presentó un certificado médico en el que se establecía que padecía un "grupo de patologías crónicas" que requerían un tratamiento estricto, así como controles y seguimientos constantes, estudios, administración de tratamiento medicamentoso y la realización de hemodiálisis periódicas. "Todo lo que de acuerdo al estado general de los establecimientos de reclusión se entiende que no se puede proveer ni en el penal donde se encuentra alojado u otro establecimiento carcelario del país", sostiene el escrito de Mainard. 

Fue así que la jueza dispuso la prisión domiciliaria, además de un análisis médico "vencido el plazo de seis meses" para determinar el estado de salud del hombre condenado y si era posible que fuera reintegrado a un centro de reclusión. 

Por su parte, el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), según la documentación a la que accedió El Observador, respondió ante la consulta del Poder Judicial que sí existía un centro de reclusión donde el paciente podía hacerse diálisis. "Se informa que la Unidad N°1 (Punta de Rieles) cuenta con policlínica de ASSE donde se puede dar atención de acuerdo a la patología que padece el causante de autos", señala el escrito enviado por el INR. Allí se agrega que respecto a la hemodiálisis el subdirector de la cárcel afirmó que hay un médico de guardia que determinará la necesidad o no de trasladar al recluso a un centro de diálisis. 

La Fiscalía de Estupefacientes a cargo de Mónica Ferrero, que era quien había investigado el caso que involucra a González Bica, apeló la decisión de Mainard. Y pidió también que se analice la historia clínica del hombre condenado para conocer si efectivamente tenía problemas de salud.