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Natalia Oreiro habló sobre Argentina, 1985 y compartió su historia: "Fui reclamada como hija desaparecida"
Natalia Oreiro tenía 16 años cuando un hombre se le acercó en un bar de Buenos Aires y le soltó una frase desconcertante: "Soy tu papá", le dijo el uruguayo que estaba convencido de que la actriz de 90-60-90 Modelos era su hija y había sido apropiada durante la dictadura.
La actriz uruguaya recordó aquel episodio el pasado sábado en una entrevista con Clarín en el marco de los Premios Platino, en los que fue galardonada por su actuación en Santa Evita. Oreiro habló sobre la premiada película Argentina, 1985 y el impacto de la historia del juicio a las Juntas Militares. "Nací en plena dictadura militar, imaginate cómo me conmueve la película y qué necesaria me parece", dijo.
"A todos nos debería atravesar, ¿no? Pero yo fui reclamada, además, como hija de desaparecidos cuando era una adolescente", agregó la uruguaya y recordó uno de los momentos en los que su vida privada se volvió más mediática.
La actriz y conductora contó anteriormente que cuando el hombre se le acercó con esa inquietud ella le mostró una foto de su madre para que viera el parecido entre ambas, ante lo que él empezó a sacar documentos. "Lo que sentí en ese momento fue que tenía que ayudar, sabía perfectamente lo que había pasado en la dictadura, yo no tenía ninguna duda sobre quiénes eran mis padres", contó en 2016 a Infobae.
Oreiro recuerda ahora que aquel proceso "fue doloroso para todos los implicados". Primero se hizo un estudio de ADN, a pesar de que no tenía dudas de que sus padres eran efectivamente sus padres biológicos, pero ante el resultado negativo la pareja que la reclamaba no estuvo conforme.
"Llevaron la historia a los medios, nos tuvimos que haces dos estudios más que dieron negativo con ellos y positivo con mis padres pero no se quedaron conformes jamás”, comentó en una entrevista con La Once Diez Radio.
La película protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani se llevó cinco estatuillas en los Premios Platino, incluyendo la de Mejor película de Iberoamericana.
Oreiro contó cuál fue su reacción ante la historia y cuál fue el momento de la película con el que empatizó más: "Como madre, me tocó particularmente la escena del alegato de la mujer que parió sola a su hija en el asiento trasero de un patrullero y la beba quedó en el suelo, colgando del cordón umbilical".
