Nayib Bukele inaugura una megacárcel en El Salvador con los primeros 2.000 prisioneros

La megacárcel fue inaugurada a principios de febrero por el gobierno de Bukele. Se encuentra ubicada a 74 kilómetros al sureste de San Salvador, la capital del país y desde el viernes cuenta con el primer contingente de presos. El penal más grande del continente fue pensado para alojar hasta 40.000 presos.

El gobierno emitió un extenso tuit donde los jefes penitenciarios le “explican” a Bukele que se trata de la prisión “más grande de América” y que los presos estarán controlados “las 24 horas del día”. El video avisa que los detenidos no podrán comunicarse con el exterior y que el personal de custodia cuenta con el armamento suficiente para conjurar cualquier disturbio por parte de los presos. El personal del penal de confinamiento “trabaja en conjunto con la Policía y el Ejército” en las 33 manzanas construidas.

El mandatario asumió en junio de 2019 y en ese país de algo más de 6.000.000 de habitantes había unas 35.000 personas detenidas. La mayoría acusadas de pertenecer a “las maras”. Se trata de jóvenes de barrios carenciados, marginados, organizados en grupos que suelen ser financiados por las mafias del narcotráfico.

Bukele declaró la “guerra a las maras”, una manera de encubrir el cercenamiento a muchos derechos elementales. Para eso, pidió al Congreso, de mayoría oficialista, en marzo de 2022, el “estado de excepción” por cuatro meses. Desde entonces, el mandatario lo prorroga de modo sistemático. Se sabe que en las razias desde entonces hubo alrededor de 60.000 personas arrestadas.

No hay precisiones de cuántos de ellos fueron liberados. Las estimaciones de Human Rights Watch es que ocho de cada diez personas sometidas a causa penal, esperan sentencia en la cárcel.

El Salvador era el segundo país en tener la mayor cantidad de detenidos por 100.000 habitantes en América en 2018. El primero era Estados Unidos que empezó a reducir el número de personas en cárceles. El Salvador no solo quedó encabezando esa tasa de prisionización sino que, con el estado de excepción duplicó la población carcelaria.

Un video publicado en la cuenta de Twitter del presidente del país, Nayib Bukele, muestra cómo los detenidos fueron trasladados en múltiples vehículos y luego las largas filas de presos entrando al CECOT, convertida en la cárcel más grande de América.

Buena parte de la campaña de imagen de Bukele se basa en la “guerra contra las maras” y en la velocidad con la que se erigió esta prisión. “Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población”, reza un tuit del mandatario que culmina con la palabra “Seguimos”. 

Los 2.000 presos fueron trasladados en un solo operativo, según la agencia Reuters y la prensa salvadoreña, en el que participaron cientos de policías y agentes de seguridad de la Dirección de Centros Penales, acompañados por soldados del Ejército. 

La gigantesca prisión fue construida en el área rural de la ciudad de Tecoluca. El predio tiene 166 hectáreas, y cuenta con ocho pabellones que ocupan 23 hectáreas. Tiene videovigilancia en todos lados y está amurallada por un muro de cemento de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros de largo.

El CECOT es un símbolo para el Gobierno de Bukele que durante el mes de febrero, desde que la inauguró apareció en decenas de sus tuits. Lo que para los sociólogos es la marginalidad y vulnerabilidad social para el presidente y su equipo es “la escoria”.

"Célula a célula estamos eliminado este cáncer de la sociedad. Sepan que no volverán a salir caminando del CECOT”, escribió Gustavo Villatoro, el ministro de Justicia y Seguridad, en su cuenta de Twitter. 

Cuando en marzo de 2022, Bukele pidió al Congreso que aprobara el estado de excepción, tenía prefiguradas las políticas que le dan las facultades extraordinarias que hasta impiden hacer auditorías del dinero público y suspende varios derechos constitucionales. Las fuerzas de seguridad pueden allanar casas sin necesidad de autorización judicial, las personas detenidas en muchos casos es por el tipo de vestimenta que usan o los tatuajes que tienen sin que hubiera una investigación criminal previa.

La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado de Estados Unidos elaboró un informe crítico. “Durante estos meses, el Poder Ejecutivo ha utilizado a las fuerzas de seguridad del Estado para implementar una política contra la violencia desde la represión, persecución y estigmatización en contra de la población; agravando con ello la crisis de gobernabilidad democrática y de derechos humanos que atraviesa el país”. 

Según un reciente despacho de la agencia Reuters las organizaciones de derechos humanos denuncian que “personas involucradas política, opositores a Bukele “han muerto bajo custodia policial”. Esta política represiva no hizo mella en la imagen presidencial. Según estudios de opinión pública, Bukele tiene una aprobación que ronda entre el 80 y 85%.